No hay dos puertos iguales en el mundo, "cada uno tiene un valor único". Ni hay, por lo tanto, dos transformaciones portuarias idénticas, aunque sí procesos similares con los que diseñarlas y ejecutarlas. Con esta advertencia inició este viernes su intervención en el foro Tecendo Litoral el arquitecto y profesor de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Barcelona Sebastiá Jornet, miembro del equipo que dirigió la investigación encargada por el Concello para presentar en el encuentro las bases con las que la administración local defiende su concepto de fachada marítima de la ciudad, condicionada por la liberación de la actividad portuaria y su traslado al puerto exterior. El trabajo, lejos de proponer fórmulas concretas de actuación, incide en el potencial del borde litoral coruñés desde distintas perspectivas, con la productiva interrelación entre diferentes actores y agentes sociales como principio.

La metodología empleada por Jornet y su equipo de investigación tiene como punto de partida dos interrogantes: qué hay hoy en el puerto y qué podría haber en el futuro. Con esta premisa pronostica alternativas para "mejorar la calidad de vida", estudia la adaptación a nuevos usos y perfila la estrategia de intervención "a corto plazo" para generar cambios "a largo plazo" entre actores públicos y privados.

A través de estos enfoques, y tras la realización de más de treinta entrevistas a representantes sociales, comerciales, económicos, empresariales, académicos y políticos de la ciudad, el estudio llega a ocho principios o conclusiones que han de servir de base al Concello para diseñar los usos que propone para el borde marítimo cuando los terrenos queden vacíos de actividad portuaria.

►Puerto como construcción colectiva. Aunque esta fue la última conclusión a la que se refirió Jornet, resume el mensaje al que más insistencia han aludido durante el foro gran parte de sus participantes: la necesidad de actuar activamente en la reordenación del suelo portuario. "Definir el puerto a corto, medio y largo plazo es hacer un relato entre todos los implicados, no de los que mandan ahora o de los que manden más adelante. El camino a seguir dependerá de lo que decidamos colectivamente", sentenció el arquitecto en sintonía con la orientación del Gobierno local.

►Puerto como red marítima. La ciudad, a juicio de Jornet, debe entenderse como un elemento más, el de mayor peso específico, dentro de una entidad metropolitana. Por tanto el puerto tiene que estar integrado en un eje atlántico "como gran oportunidad de desarrollo" en un contexto territorial que va más allá de los límites municipales.

►Puerto como motor económico. La mención abstracta que el arquitecto hace de "áreas de oportunidad de nuevas funciones" y "áreas de reprogramación secuencial" se traduce en el "refuerzo de usos y necesidades para mantener el potencial propio del puerto" en campos como el de la investigación, la alimentación, la biología o la tecnología marítima. "Explotación de la economía verde y la economía azul", resume Jornet.

►Puerto como red interior. Esta idea alude a la integración del puerto con las demás "piezas mejorables" de la ciudad (las redes viaria y ferroviaria, el transporte público) y a la oportunidad de reforzar la relación histórica con el mar de los barrios próximos al litoral.

►Puerto como conector. A través de dos flujos: integrado en la "infraestructura verde" y ambiental de la comarca "por la costa y el interior"; y como un elemento más de la red de movilidad en convivencia con el transporte ferroviario, rodado y "saludable", como el tránsito a pie o en bicicleta.

►Puerto como frente litoral. La investigación admite la falta de homogeneidad del frente marítimo de la ciudad, pero incide en que la fachada y el mar deben "dialogar" sin barreras ni dificultades de movilidad ni accesibilidad, "sin levantar la cabeza" para tener que disfrutar del paisaje.

►Puerto como patrimonio, identidad y paisaje urbano. La historia del puerto no se debe ocultar, propone el estudio, sino "transmitir", por lo que defiende conservar la tradición patrimonial en el proceso de adaptación de los terrenos al nuevo paisaje portuario.

►Puerto como mosaico. "Metabolismo" y "restauración" son términos a los que alude Jornet para difundir la idea de que el puerto es una pieza más que compone el cuadro de pertenencia al conjunto de barrios de la ciudad, que cifra en 305. "El puerto es de todos, un distrito común en el gran mosaico de A Coruña", concluye.