El puerto recibe cada año a un centenar de cruceros turísticos, pero ninguno llega a la categoría de transatlántico. Uno de los últimos de esta entidad que atracó en la ciudad fue el mastodóntico Queen Elizabeth 2, hace justo diez años. Su escala fue la última de una decena que hizo el barco, de 290 metros de eslora, en la bahía coruñesa y precedió al momento, unos seis meses después, en que quedó fondeado de forma permanente en un gigantesco complejo turístico en Port Rashid, Dubai, donde se convirtió en un hotel de lujo catalogado con siete estrellas.

Parte de los 1.800 pasajeros del Queen Elizabeth 2, construido en 1969 en Escocia, pasearon por la ciudad aquel 29 de abril de 2008 antes de embarcarse con destino a Lisboa. El transatlántico aún navegó unos meses más sin ninguna plaza disponible. Una vuelta al mundo a bordo costaba 18.000 euros.