El puerto exterior de A Coruña en punta Langosteira recibirá esta semana la boya para obtener energías de las olas después de que los temporales y la tramitación de permisos hayan retrasado su instalación, prevista para el pasado mes de marzo. La boya, del proyecto europeo Life DemoWave, ya está desmontada y lista para su traslado en las instalaciones de Quantum Innovative, en Porto do Molle, en Nigrán. Sus responsables prevén realizar el viaje hasta el puerto exterior coruñés en los próximos días.

Los ingenieros se vieron obligados a aplazar el traslado del artilugio por las condiciones meteorológicas adversas de los últimos meses. La zona experimental en la que se colocará la boya, designada por el Instituto Enerxético de Galicia (Inega), registró el pasado enero una ola de 19,23 metros de altura, lo que superó el anterior récord, situado en 15,6 metros.

La colocación de la boya no se pudo realizar en marzo, como estaba programado, a pesar de que el prototipo está diseñado para soportar las duras condiciones oceanográficas y meteorológicas de punta Langosteira. El problema es la instalación, inviable en situaciones tan adversas en las que las olas superan los diez metros, como en las últimas semanas de marzo. Esta semana, una vez llegue el prototipo a A Coruña, los investigadores aguardarán las mejores condiciones para trasladarla a una zona próxima a la costa y a 50 metros de profundidad.

Similar a un boya oceanográfica, pesa once toneladas y tiene 17 metros de largo, de los que cinco serán visibles sobre la superficie del mar, y cuatro de diámetro. Su potencia es de 25 kilovatios y los investigadores calculan que será capaz de generar 200.000 kWh en un año. En la parte visible, con forma de pórtico, se instalarán de forma alterna dos cilindros con sendos sistemas de aprovechamiento energético -uno hidráulico y otro mecánico- para comparar sus rendimientos. La boya permanecerá en el mar hasta abril de 2019 para verificar su viabilidad de cara a una futura comercialización y el aprovechamiento del elevado potencial energético de las costas gallegas.

El proyecto, que cuenta con una financiación del programa europeo Life de 1,8 millones de euros, surge del impulso del profesor José Antonio Vilán y está liderado por Quantum Innovative, de la Universidad de Vigo, que ya contaba con dos patentes licenciadas. El consorcio lo completan las empresas Hércules Control, Grupo Josmar y ACSM. También participa el Cetmar, que se ocupa de monitorizar el impacto ambiental del dispositivo.

Frente a otros dispositivos experimentales, esta tecnología es capaz de obtener la misma energía con unas dimensiones mucho menores -el rendimiento del prototipo es equivalente al de otros formatos de 50 toneladas-, además de facilitar el mantenimiento porque no dispone de equipamiento sensible bajo la superficie, solo una parte de su estructura.

Su morfología le permite ser fácilmente transportable -la boya se separa del tubo inferior- y las dimensiones podrían adaptarse sin dificultad en función de las características de la zona de explotación.