El entrenador de un equipo de fútbol sala de la ciudad, que es barrendero, se encontró durante su trabajo un teléfono móvil, por lo que lo cogió para intentar localizar a su propietario. Tras las gestiones, averiguó que pertenecía a una jugadora de fútbol sala de otro equipo. La joven, que viajaba a Madrid para disputar un partido, no se había percatado de que había perdido el terminal. La futbolista recuperó el móvil y agradeció la preocupación de entrenador del equipo masculino.