El edificio que ocupa en la actualidad el NH Atlántico deberá mantener su uso hotelero, con categoría mínima de cuatro estrellas y una plantilla de personal, en número, no inferior a la actual durante los veinte años de la nueva concesión. El Ayuntamiento, propietario del edificio, ultima la convocatoria de la nueva subasta para el alquiler del inmueblesubasta para el alquiler, con el objetivo de garantizar la continuidad de la actividad a partir del 21 de agosto, cuando concluye el actual contrato, vigente desde hace cincuenta años.

El Ayuntamiento de A Coruña aprovechará esta oportunidad para elevar el canon que la actual concesionaria, la empresa Parisiana, abona por el edificio, que tiene arrendado a la cadena NH Hoteles. Los 2.500 euros anuales que paga esta compañía al Ayuntamiento se elevarán a un mínimo de un millón de euros con el nuevo contrato. Este importe es el precio de salida en la subasta municipal, por lo que los licitadores podrán mejorarla en la puja, solo pendiente de que la Junta de Gobierno Local apruebe las bases.

Ese millón de euros equivale a la renta mínima exigible en un arrendamiento municipal, según certifica el interventor del Ayuntamiento en el informe con que avala la subasta. Supone el 6% del valor del edificio, 16,79 millones de euros, según la sociedad de tasación Tinsa, a la que el Concello encargó este trabajo al preparar la puja.

El canon testimonial actual obedece a las condiciones de la concesión convocada por el Ayuntamiento en 1967. Parisiana, fundada por familias coruñesas, logró la concesión municipal de esta parcela de 1.111 metros cuadrados con el compromiso de "construir un nuevo hotel de primera clase". A finales de los años 90, los propietarios de Parisiana vendieron la empresa a otros socios, al frente de los que está el abogado vasco Juan Carlos Grijelmo. Los actuales dueños de Parisiana justifican los 2.500 euros de alquiler también por la inversión millonaria, aseguran, desembolsada en el edificio en 1999 y que dicen no haber amortizado hasta 2014. Según ha explicado Grijelmo, la empresa ofreció al anterior alcalde, Carlos Negreira, elevar el canon a 75.000 euros desde 2012 y a 150.000 en 2020 a cambio de una prórroga de la concesión.

Parisiana no ha querido desvelar nunca cuánto percibe de NH Hoteles y del Casino del Atlántico por el alquiler del edificio. Sin más actividad conocida que el arrendamiento de este céntrico inmueble y sin gastos de personal, su cuenta de resultados ofrece una pista: 1,38 millones de cifra de negocio en 2016. Ese ejercicio lo cerró con un beneficio neto, ya descontados los impuestos, de 849.699 euros.

El nuevo contrato de arrendamiento tendrá una duración de veinte años, el máximo legal posible. Finalizado este plazo, el edificio, como sucede con la actual concesión, revertirá en el Ayuntamiento, incluidas las obras de mejora acometidas por el arrendatario.

Para repetir el modelo actual, en el que la concesionaria subalquila el inmueble, se requerirá la autorización expresa del Ayuntamiento, según recogen las bases: "Deberá explotar de manera personal la actividad, sin que quepa traspaso, subarriendo ni cesión de la explotación, salvo autorización expresa del órgano de contratación", en este caso la Junta de Gobierno Local.

La nueva concesionaria estará obligada, según consta en la convocatoria, a destinar el inmueble a hotel, a mantenerlo en "perfecto estado" y a solicitar al Ayuntamiento permiso para acometer obras que alteren la "configuración" del edificio. También a afrontar los trabajos y mejoras necesarios para que el hotel ofrezca "óptimas condiciones, con un nivel de calidad y confort idóneos, manteniendo durante toda la vigencia del contrato, al menos, la categoría de cuatro estrellas".

El Ayuntamiento introduce "condiciones sociales" en la subasta, que obligan al arrendatario a "mantener como mínimo un número de trabajadores equivalente a los que figuran en la plantilla actual del hotel NH Atlántico". Esta exigencia, que deberá cumplirse durante los veinte años de la concesión, no implica la continuidad de los actuales empleados, sino que su cifra no se vea reducida.

Marea Atlántica incluyó en su programa electoral de las pasadas municipales la propuesta de convertir el edificio del hotel Atlántico en una residencia universitaria. Al alcanzar el Gobierno local, varió sus planes después del desbloqueo de la prevista en el centro Calvo Sotelo, en una operación a tres bandas entre Universidad, Diputación y Ayuntamiento. El Ejecutivo optó por mantener el uso hotelero tras el fin de la concesión, fijada por la Justicia para el 21 de agosto de este año, después de que Parisiana reclamase en los tribunales que el contrato concluyese dos años después.