Andando o corriendo, pero con una correa en la mano par ir acompañado de un perro. Eso fue lo único importante en el Correcán Solidario que se celebró ayer en el paseo marítimoCorrecán Solidario. Ni clasificaciones ni medallas. Los casi 700 participantes ayudan con su inscripción a las protectoras de animales, a las que irá destinado el dinero recaudado por la organización, CanCoruña.

No faltó el sol en esta tercera edición de la prueba canina. Familias y amigos, con sus mascotas, salieron a la calle para disfrutar del día junto al mar. El punto de partida fue la explanada del Palacio de los Deportes de Riazor, donde se pudieron ver todo tipo de razas. A falta de dorsal, los perros lucían pañoletas de distintos colores. Algunos incluso se pusieron guapos para la ocasión con camisetas o lacitos.

Los dueños, que llevaban en el pecho el número de inscripción con el nombre de la mascota, pudieron optar por correr o andar. La prueba más exigente era de cinco kilómetros, desde Riazor al Aquarium y vuelta. Hay quien prefirió dar un tranquilo paseo, de tres kilómetros, hasta la fuente de los Surfistas.

Además de para disfrutar, la prueba organizada por Cancoruña sirvió también para concienciar. La asociación animalista fomenta la adopción para acabar con la saturación de los refugios. Hasta un participante canino portaba un cartel con la frase: "Soy adoptado, ahora soy feliz".

Por ello, el dinero recaudado con las inscripciones ha sido destinado a las protectoras Bass Galgos, Asociaciones Perrunas, Apadán, Amigos de los Perros de Carballo, Pegadas, Galgos 112 y Somos Galgos. Además, Cancoruña defiende la importancia de implantar el microchip identificativo y obligatorio a los perros.

Y para acabar, después de llegar a meta, el momento de los regalos. Desde noches de hotel hasta una tablet, pasando por kits de juguetes y comida para mascotas.