El arrendamiento del hotel Atlántico al Concello coruñés sigue siendo un buen negocio para la empresa Parisiana, que obtuvo el año pasado un beneficio de 890.847 euros, generado por el subarrendamiento del edificio a la cadena NH Hoteles, que concluirá el 21 de agosto al terminar ese día la concesión municipal sobre el inmueble, que ya salió a subasta. El resultado de 2017 supone un aumento del 4,84% sobre el del año anterior, en el que ganó 849.699 euros, cifra que había representado un crecimiento del 28,7% sobre la de 2015, cuando el beneficio había sido de 660.060 euros.

Esa sustancial mejora hace dos años en los resultados había sido generada por la fuerte reducción en los gastos de explotación, que bajaron desde los 411.130 a los 197.059 euros. También el año pasado la empresa avanzó en esa senda para aumentar su beneficio, ya que cayó hasta los 132.677 euros, pero además se le favoreció un menor pago en el Impuesto de Sociedades, ya que de los 330.439 euros que abonó en 2016 pasó a los 298.177 del año pasado.

Si Parisiana ya tiene una importante ventaja al desarrollar su actividad al pagar un canon que supera ligeramente los 2.500 euros al año por el uso del edificio, también suma la carencia absoluta de gastos de personal, puesto que no tiene ningún trabajador a su cargo. La compañía es propiedad de sus actuales gestores desde 1997, año en el que se la adquirió a los anteriores propietarios, quienes en 1968 terminaron el actual inmueble, que sustituyó al que existía en el Relleno de los jardines de Méndez Núñez desde 1923.

Como explicación para el reducido canon que abona para disfrutar de la concesión, Parisiana menciona la inversión que debió efectuar desde 1999 y hasta 2001 para modernizar las instalaciones del hotel, que alcanzó los 8,1 millones. Según la empresa, hasta 2014 no consiguió amortizar el dinero invertido en las reformas, aunque no desveló qué cantidad recibe del grupo NH por el alquiler del hotel. A pesar de esas obras, el examen realizado ahora por el Concello reveló que es necesario acometer trabajos por valor de un millón de euros para corregir deficiencias en el inmueble, aunque no le serán exigidos al nuevo concesionario.

"No nos tocó la lotería con la concesión", manifestó en su día a este periódico el presidente de Parisiana, Juan Carlos Grijelmo Mintegui. La empresa discrepa con el Concello sobre la fecha en la que concluye el contrato de la concesión, ya que asegura que la actividad del hotel tras su construcción se inició en enero de 1970, por lo que debe mantenerse hasta 2020.

Las diferencias entre ambas partes sobre este asunto llegaron a los tribunales, donde el Gobierno local aportó una información periodística del 21 de agosto de 1968 en la que aparecía el entonces ministro de Información y Turismo, Manuel Fraga, efectuando una visita al nuevo hotel Atlántico. Un juzgado dio la razón el año pasado sobre este conflicto al Concello, que decidió entonces fijar en el próximo 21 de agosto la conclusión de la concesión y abrir el proceso para la licitación mediante subasta de una nueva por un periodo de veinte años y con un precio de salida de un millón de euros.

Pero Parisiana ha recurrido ya ante el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia la sentencia que da por sentado el comienzo de la actividad del Atlántico, por lo que advierte de las consecuencias que tendría un resultado favorable a su postura si finalmente el edificio es adjudicado en la subasta. La existencia de este litigio es la razón por la que la compañía ha decidido no participar en la puja por el hotel, ya que considera que puede seguir haciendo uso del mismo hasta 2020.

Quien había anunciado su voluntad de tomar parte en ese proceso es NH Hoteles, según informó a sus trabajadores, aunque tras conocer el precio mínimo que exigirá el Concello, lo calificó de excesivo, por lo que se desconoce si finalmente pujará. La licitación exige mantener una plantilla de 41 personas, pero no establece la subrogación de los actuales trabajadores, quienes mostraron su intranquilidad por este hecho. Aunque NH les aseguró que sí tendrán derecho a continuar con el próximo concesionario, el Gobierno local aclaró que la legislación no le permite determinar qué empleados deberá tener el establecimiento.