Proxecto Cárcere continúa a la espera de poder entrar en la antigua prisión provincial e iniciar la gestión de las instalaciones, en las que se desarrollarán distintas actividades. El colectivo ha convocado una asamblea para mañana, con el fin de ultimar los detalles sobre los usos de la cárcel, aunque continúa a la espera del convenio que el Concello se comprometió a entregar la semana pasada. Espera que el lunes esté en sus manos.

"Esperábamos que nos enviasen el esbozo del contrato esta semana, para verlo y decidir si firmar o no", cuenta un miembro de Proxecto Cárcere, Mariola Mourelo. Representantes del colectivo se reunieron hace más de un mes con técnicos municipales de las concejalías de Culturas, Rexeneración Urbana y Participación para resolver los trámites pendientes. En aquella reunión, el Gobierno local se comprometió a agilizar al máximo las obras y el convenio para que, en el plazo de un mes, se iniciasen las actividades en la cárcel. "Es una cuestión de redacción y en la última reunión ya nos dijeron que nos lo iban a enviar. Seguimos esperando", comenta.

Cada mes, los miembros de Proxecto Cárcere siguen reuniéndose con el fin de tener todo preparado para cuando el Concello de luz verde a su entrada a la antigua prisión provincial. "Estas asambleas son importantes pero para poder avanzar necesitamos el convenio", reconoce Mariola Mourelo.

El Ayuntamiento alcanzó un acuerdo con la Sociedad de Infraestructuras y Equipamientos Penitenciarios para hacer uso de la antigua cárcel entre enero de 2017 y el mismo mes de 2019, aunque con la posibilidad de prorrogar ese periodo. Las obras necesarias para la rehabilitación del complejo que permitieran su utilización debían concluir a finales de 2017, pero el descubrimiento de más daños de los que se habían apreciado en principio obligó a demorar el final de los trabajos. "Lo peor es que no podamos entrar a la cárcel porque una vez dentro, podemos movernos y hacer cosas. Si no, está abandonada", comenta. Lo que "más preocupa" a Proxecto Cárcere, según Mariola Mourelo, es que "el deterioro continúa" y eso dificulta su uso.

El colectivo entiende que el espacio disponible es limitado debido al mal estado de las cubierta y los muros. "Lo importante es empezar aunque sea bastante menos espacio del que pensábamos", agrega. Proxecto Cárcere comunicó en enero su interés por utilizar las estancias que ya han sido rehabilitadas. Se trata del hall de entrada, que cuenta con pequeñas habitaciones, donde se prevé impartir talleres y organizar presentaciones de libros. "Hay mucha gente que quiere hacer cosas", avanza la representante de Proxecto Cárcere, que ha recibido propuestas de varias asociaciones.

En la asamblea de mañana, según la orden del día, los asistentes analizarán las relaciones del colectivo con el Concello, explicarán las cuotas y actualizaciones sociales y detallarán el manual de funcionamiento.