Tres vuelos fueron ayer desviados a Santiago procedentes de Madrid al no poder tomar tierra en Alvedro por las condiciones de baja visibilidad generadas por la niebla. En total, fueron casi 700 las personas afectadas, ya que no solo tuvieron que cambiar su plan de viaje los usuarios que querían tomar tierra en Alvedro sino también los que iban a despegar desde tierras coruñesas con destino a Madrid. Entre ellos estaban también pasajeros del vuelo de Iberia cancelado el día anterior por la compañía.

Estos desvíos se producen justo la misma semana en la que el presidente de AENA, Jaime García-Legaz, visitó la ciudad y descartó ampliar la inversión para paliar los desvíos en Alvedro. Enaire, la empresa del Grupo Fomento que gestiona la navegación aérea en España, está realizando pruebas en el aeródromo coruñés para mejorar la maniobra de aproximación en la cabecera 03 de la pista, la más alejada de la ría. García-Legaz explicó que estas mejoras "se pondrán en marcha en un plazo razonablemente breve, de entre seis y nueve meses".

Lo que para AENA es "razonablemente breve", para el Gobierno local y para los usuarios de Alvedro es "tarde", ya que llevan varios años esperando a que se pongan en marcha mejoras en la aproximación, es decir, que habiliten instrumentos que favorezcan la aproximación para que los pilotos no tengan que hacer esta maniobra sin ayudas.

El concejal de Emprego e Economía Social, Alberto Lema, reclamó a AENA más inversión no solo para mejorar la operatividad de la pista sino también de las instalaciones del aeropuerto, aunque AENA descarta invertir más de los seis millones de euros que tiene previstos hasta 2020 -desde 2017-, porque alega que el tren de alta velocidad llegará a la ciudad en 2021 y que eso hará que descienda el pasaje un 25% en Alvedro.

Enaire prevé que las mejoras se pongan en marcha antes de final de año, para ello, necesita hacer vuelos de prueba para ver dónde coloca las referencias que utilizarán los pilotos para automatizar la maniobra de acercamiento en la cabecera 03.

La terminal coruñesa sufrió el desvío de 66 vuelos en 2017, aunque en realidad fueron 132 porque ese problema afecta también al vuelo que esos mismos aviones deben hacer desde Alvedro tras su llegada. La plataforma Vuela Más Alto calculó que fueron 17.000 los pasajeros perjudicados.