La recuperación que muestran las cifras macroeconómicas de los últimos años no tiene reflejo en la situación de los colectivos más desfavorecidos, ya que el Concello ve aumentar cada año el número de solicitudes de ayudas de emergencia social, que hasta 2017 crecieron un 24,9% con relación a 2014, el último año completo gestionado por el Gobierno local del Partido Popular.
Si en aquel ejercicio fueron 2.206 las peticiones presentadas y 1.847 las ayudas concedidas, en el año pasado las solicitudes llegaron a 2.706 y las aprobadas a 2.307, lo que supone un aumento de 460 con relación a 2014. Incluso con respecto a 2016, el incremento en las ayudas otorgadas es notable, ya que alcanzó el 11%, lo que revela que las dificultades prosiguen para numerosas personas.
La explicación que proporciona el Concello a este fenómeno a través de la memoria del Área de Servicios Sociales es "la situación económica y laboral que seguimos padeciendo". El análisis de los diferentes conceptos por el que se conceden las ayudas muestra la evolución de las necesidades de quienes las solicitan, ya que si en 2014 las destinadas a la vivienda sumaban 675, el año pasado fueron 599.
Las que pretenden satisfacer necesidades básicas aumentaron de forma continua durante los últimos cuatro años, en los que pasaron de 770 a 1.267, al igual que sucedió con las que costean gastos sanitarios, que subieron desde las 208 a las 277. Las ayudas para compra de libros y material escolar descendieron sin embargo de 194 a 164.
El aumento de las solicitudes de estas ayudas tuvo una correspondencia con el presupuesto destinado por el Concello a las mismas. El Gobierno local del PP incluyó 760.000 euros en el presupuesto de 2014, de los que gastó casi la totalidad, 756.556. Al año siguiente, en el que solo gestionó hasta junio, de los 890.000 euros consignados se gastaron 763.575, pero en 2016 la ejecución presupuestaria de esta partida llegó de nuevo casi al total porque de 847.000 euros disponibles se gastaron 841.357. En 2017 hubo un notable incremento de recursos para estas ayudas, que contaron con 1.022.000 euros y de los que se concedieron 923.730, más del 90% de la cantidad disponible y con un 10% de subida con relación a la aportada el año anterior.
Los datos que contiene la memoria de Servicios Sociales sobre la renta social municipal, otra de las ayudas que concede el Concello para personas en situación de necesidad, ponen de manifiesto la normalización en su funcionamiento durante 2017, ya que este programa comenzó a aplicarse a finales de octubre de 2016. Durante el año pasado se otorgaron 187 ayudas a otras tantas unidades familiares, a las que hay que sumar otra que seguía activa desde 2016, cuando esta ayuda se implantó a final de año. Fueron 323 las personas que se beneficiaron de la renta social en 2017, cuando se distribuyeron 397.889 euros entre los beneficiarios. Dentro de esa cifra hay que incluir también los gastos e inversiones efectuadas por el departamento municipal de Servicios Sociales para desempeñar esta labor. Esa cantidad supone el 38,9% del presupuesto destinado por el Concello, que destinó 1.022.000 euros para la renta social, aunque inicialmente había consignado 1,6 millones.
El programa electoral de Marea Atlántica preveía dedicar 3 millones de euros anuales a la renta social municipal, aunque al iniciarse su aplicación a finales de 2016 ese año se habían consignó una partida de 2,1 millones que luego se redujo. Al comprobar la dificultad para poner en marcha estas ayudas por la falta de experiencia en su gestión y el desconocimiento de las mismas por parte de los posibles beneficiarios, el Gobierno local dejó inicialmente la partida de 2017 en 1,6 millones, aunque posteriormente la redujo al comprobar que no sería ejecutable en su totalidad.
Para este año se reserva poco más de un millón de euros para la renta social, aunque para llegar a ejecutar esa cantidad sería necesario incrementar de forma notable la tramitación de las ayudas, ya que el año pasado no se alcanzó ni siquiera el 50% de lo que se había presupuestado.
