Las obras que a finales del año pasado inició el Ayuntamiento en el entorno de la Torre de Hércules para proteger la zona con la intención de que reciba el reconocimiento de Espacio Natural de Interés Local (ENIL) tendrán continuidad "en las próximas semanas", señalan fuentes municipales. Hace medio año se hicieron arreglos en barandillas, bancos y otros elementos del mobiliario urbano de la zona, pero no se pudieron acondicionar los caminos de terrizo que utilizan los peatones al tener que esperar por la autorización de Patrimonio Cultural, ya que la intervención se tiene que realizar en un espacio protegido por la Unesco.

El departamento de la Xunta acaba de responder afirmativamente a la solicitud del Concello para actuar en los pavimentos, sobre los que en breve se aplicarán capas de arena para tapar baches y socavones y se machacará arena granítica extendida y refinada. Además, previsiblemente habrá que volver a reparar algunos elementos deteriorados a consecuencia de los temporales que hubo en la ciudad en los meses de enero y febrero, que están siendo evaluados por técnicos municipales.

Tanto estos trabajos de acondicionamiento y limpieza como los de pavimentación los llevará a cabo la empresa concesionaria de los servicios de conservación en parques y jardines, que durante el verano pasado realizó un inventario de deficiencias en los caminos, muros, vallas, carteles, señales, bancos y otros elementos de reposo que hay en el entorno de la Torre, los jardines de punta Herminia, el Paseo de los Menhires y el Campo de la Rata.

La inversión que a finales del año pasado tenía prevista el Concello en estas intervenciones era de 62.500 euros, la mayor parte de la cuantía, 53.000 euros, destinada a la pavimentación que hasta ahora no se podrá poner en marcha. La zona en la que se van a ejecutar las obras abarca 3.600 metros cuadrados, donde la mayoría de los socavones localizados están en los caminos que rodean el faro romano.

El Concello también ha elaborado un catálogo de amenazas para las más de 600 especies animales y vegetales de las que quiere proteger el entorno natural de la Torre con la denominación ENIL. Entre los peligros, producto de la evolución natural de las distintas áreas del enclave y de la intervención de la actividad humana, están la flora invasora, pesca abusiva, uso de herbicidas y la contaminación del agua.