El CRAT ha hecho que A Coruña sienta el rugby como un deporte propio. Desde categorías base hasta un equipo en División de Honor con jugadoras olímpicas. Pero todavía le falta algo que el club coruñés ha reclamado en los últimos años y que todavía no ha conseguido. "Lo ideal sería tener un campo de rugby en la ciudad en el que poder entrenar y jugar", manifiesta la jugadora del CRAT, Mónica Castelo.

La campeona de Europa con la selección española confiesa que el deporte "ha crecido" y que "hay mucha gente jugándolo". Pero, como siempre, para mejorar es necesario entrenar. "Las categorías base no tienen problema porque cuentan con los campos de

A Torre. Eso es bueno porque los más pequeños necesitan acostumbrarse a la rutina, a los horarios de los entrenamientos", explica. Los equipos sénior no lo tienen tan fácil. "Entrenamos en Acea de Ama, A Torre y A Leyma y más tarde de las diez de la noche. Eso merma nuestro rendimiento deportivo", apunta.

Mónica Castelo asegura que un campo de rugby en la ciudad ayudaría "a los equipos y al deporte en general". "Ya es difícil hacer que se una gente a nuestro equipo, que venga a probar el rugby, y mucho más si les decimos que entrenamos a las diez y media de la noche y que no acabamos hasta pasadas las doce", reconoce.

Además, esta situación también hace que su factor campo pierda valor en la competición. "No puede ser que juguemos División de Honor —el equipo femenino— y División de Honor B —el sénior masculino— y no tengamos un campo propio. No jugamos donde entrenamos y eso nos perjudica cuando nos visitan nuestros rivales. Antes teníamos el campo de la Universidade, en Elviña, pero hace dos años que no lo podemos utilizar", critica.

Castelo comenta que "no es tan complicado" que A Coruña "tenga un campo de rugby propio". "No pedimos que sea solo para nosotras. Puede ser, por ejemplo, un campo de fútbol que simplemente cuente con los elementos del rugby. Se puede compartir entre varios deportes", opina.