Hay pequeños deportistas que con solo tres años patinan por la polideportiva de Riazor con un stick en la mano. Este tipo de instalaciones permiten a las escuelas tener un espacio para que los niños disfruten del deporte. "Es un beneficio para la sociedad. Es bueno que los niños practiquen uno o varios deportes", expone el presidente de la Asociación de Clubes Coruñeses de hockey sobre patines, José Luis Otero.

En Riazor entrenan dos días a la semana, compartiendo instalaciones con jugadores de baloncesto y patinadores artísticos. "Es cierto que preferiríamos otros horarios pero es imposible que todos estemos de acuerdo porque hay más deportes que necesitan la pista", apunta Otero, quien defiende que este tipo de instalaciones "consigue dar un impulso a los deportes minoritarios". Aunque podrían hacerlo más. "En algunas polideportivas se cobra una cuota por su uso. Entiendo que sí se cobre a un grupo de amigos, por ejemplo, pero no a clubes federados", argumenta el dirigente de la Asociación de Clubes Coruñeses de hockey sobre patines.

"Satisfecho" con la pista de Riazor —"Suficiente para las escuelas", agrega Otero—, cree que tanto el hockey sobre patines como el baloncesto necesitarían "un pabellón con aforo para 2.500 personas". "A veces el Palacio de los Deportes de Riazor se hace grande. Es mejor tener un sitio más recogido en el que se note el calor de la afición", comenta, y propone que "la polideportiva de Riazor se divida en tres espacios". "Dos pistas abajo para patinaje y una más grande para otros deportes", dice. Además, para mejorar el uso de las instalaciones deportivas de la ciudad, José Luis Otero opina que "la gestión debería depender de una sola administración, o bien el Concello o la Xunta". "Todo estaría más organizado", concluye.