Los vecinos y comerciantes están expectantes ante el plan de revitalización anunciado por el Concello para la Ciudad Vieja. A sus miedos por el aislamiento que sufren se suma la incógnita de cómo afectará la peatonalización al barrio, por el que solo circularán residentes a partir del próximo 25 de junio, una vez que acabe el curso escolar. La semana pasada se reunió por primera vez la Mesa da Cidade Vella, formada por doce entidades, entre ellas el colegio Santo Domingo, la asociación vecinal y la de comerciantes. Ellos serán los encargados de testar la peatonalización y de consensuar el plan de rehabilitación del barrio.

Las diferentes concejalías les presentaron un borrador con sus propuestas, relacionadas con movilidad, espacio público, rehabilitación y vivienda, medio ambiente, turismo, economía, cultura, equipamientos públicos o equipación. Los miembros de la mesa le dieron su visto bueno, aunque el presidente de la asociación de comerciantes del barrio, Adolfo López, advierte de que es necesario que el Gobierno municipal traduzca esas "ideas" en "propuestas concretas que se tipifiquen económicamente y que tengan plazo".

El representante de los vecinos, Pedro Roque, prioriza "asentar las líneas de actuación" y señala que hay que "trabajar sobre el documento y la ordenanza de rehabilitación". Además, confía en que la mesa tenga "alguna capacidad de decidir ciertas cosas que se vayan viendo y sean susceptibles de ser modificadas".

"Hay que dejar pasar el tiempo para ver cómo va. Aún no hay conclusiones del estudio del plan de comercio. No se tomaron decisiones salvo líneas de actuación sobre las que se va a trabajar", explica Roque, quien aboga por esperar "a ver el funcionamiento" del organismo porque admite que "mucho definido no hay". El dirigente vecinal destaca que en la mesa están representados "todos los agentes del barrio".

El portavoz de los comerciantes considera una "cuestión fundamental" saber "cómo se plasma, en qué se traducen y la inversión económica" prevista para las iniciativas que se planteen. "La primera reunión fue para explicar las líneas genéricas, ya veremos qué actuaciones hacemos, la cantidad económica y los plazos", apunta López, quien cuenta que en el encuentro celebrado la semana pasada el Concello presentó un logo identificativo del barrio. "Esperemos que sea usado porque para eso está. Lo vamos a intentar usar para la Feria de las Maravillas. Es para distinguir la zona", comenta el portavoz de los comerciantes.

López sostiene que los dueños de los locales tienen "muchas propuestas", como la de organizar un concurso artístico urbano o realizar un censo de locales abiertos y disponibles. Evitar el aislamiento y las ayudas a la rehabilitación de casas y de negocios son otros de los puntos clave, según el colectivo. El Concello pretende actuar antes de que los inmuebles se tengan que declarar en ruinas y prevé aumentar las ayudas a la rehabilitación en el ámbito del Plan Especial de Protección y Reforma Integral de Pescadería y Ciudad Vieja. Otra de las medidas que incluye el borrador es la de dar la posibilidad a los propietarios de que sea el Ayuntamiento quien se haga cargo de la reforma de sus inmuebles para después destinarlos a alquiler social.