Los propietarios del suelo del polígono conocido como de Fariña Ferreño -situado entre O Castrillón y el parque de Eirís en el lugar conocido como Monte das Moas- abrieron ayer el periodo de exposición pública del proyecto de urbanización de la zona, en la que está prevista la construcción de doce edificios de siete, ocho y nueve plantas. Los dos bloques más elevados se situarán junto a la avenida de A Pasaxe, en la parte más baja del polígono, que también cuenta con una parcela de 9.000 metros cuadrados de propiedad municipal destinada a equipamientos.

La asociación de vecinos de O Castrillón-Urbanización Soto defiende que en los terrenos municipales se construya la residencia de mayores proyectada en 2009 por la Xunta dirigida por PSOE y BNG y que la actual pretende situar junto al Hospital Universitario. Para el colectivo vecinal, este emplazamiento es mucho más favorable para los futuros ocupantes de la residencia al encontrarse junto al casco urbano, mientras que el planteado por el Gobierno gallego se halla aislado y no haría posible que los residentes pasearan por el entorno.

Durante un mes se podrán presentar alegaciones a la ordenación prevista para la actuación de Fariña Ferreño, que ocupa una superficie de 56.750 metros cuadrados y en la que están proyectados viales que comunicarán la avenida de A Pasaxe en la zona de Casablanca con las calles Vila de Ordes y Javier López (antigua Oleoducto), lo que mejorará la circulación en esta parte de la ciudad.

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Obras durante 18 meses

Las obras de urbanización del polígono tendrán una duración de 18 meses y un coste de 4,9 millones de euros, según figura en el proyecto, en el que se detalla que la fuerte pendiente que tendrá el vial que enlazará la avenida de A Pasaxe con la parte más alta de O Castrillón obligará a distribuir el aparcamiento en batería y de forma oblicua para favorecer la estabilidad de los vehículos en la calzada.

El polígono de Fariña Ferreño está gestionado por los propietarios del suelo mediante un proyecto de compensación que fue aprobado en diciembre de 2008. Al año siguiente se presentó el proyecto de urbanización de los terrenos, que debe llevarse a cabo antes de la construcción de las viviendas, aunque el Concello no dio contestación a la iniciativa.

La crisis inmobiliaria hizo que la actuación se paralizase desde 2009 hasta octubre de 2016, fecha en la que los propietarios reiteraron su petición del visto bueno al proyecto de urbanización, aunque en enero de 2017 tuvieron que volver a solicitarlo. En marzo de ese año el Concello le exigió la introducción de correcciones en el proyecto, mientras que en noviembre se recibieron los últimos informes de las empresas que deberán instalar los servicios de abastecimiento en el polígono.

El pasado abril se aprobó de forma inicial el proyecto de urbanización, cuyo contenido podrá consultarse ahora en la concejalía de Rexeneración Urbana y en la sede de la junta de compensación del polígono, situada en el número 1 de la calle Javier Fonte, en Orillamar.