La comunidad de propietarios de un edificio de la Carretera de los Fuertes al monte de San Pedro ha solicitado al Ayuntamiento que paralice la tala de unos árboles situados en una zona verde frente al inmueble que están a uno o dos metros de la calzada, de la que informan desde hace dos días unos folios pegados en los troncos. Los vecinos, que solicitan una audiencia con el Concello, admiten sentirse perjudicados por esta decisión municipal al estar incluida la zona donde están plantados los árboles en el proyecto de urbanización del promotor del inmueble, por lo que la eliminación de las especies arbóreas mermará el valor de sus viviendas.

El Concello explica la tala prevista en la Carretera de los Fuertes, así como en otras zonas de la ciudad como O Castrillón, Curramontes o Casablanca, por el cumplimiento de la ley de prevención de incendios de Galicia y de los planes municipales para la deucaliptización. Según fuentes del Gobierno local, la normativa obliga a mantener unas distancias mínimas de entre 30 y 50 metros entre las carreteras y casas y las especies pirófitas, "aquellas que tienen una relación positiva con el fuego y ayudan a su propagación" en caso de producirse.

Los vecinos del edificio de la Carretera de los Fuertes no comparten este argumento y rechazan que el Concello invoque en la publicidad de la tala de árboles a una disposición transitoria de la ley de montes de Galicia. Uno de sus portavoces, Julián Méndez, replica al Ayuntamiento echando mano del planeamiento urbanístico en vigor para señalar que al terreno en el que se encuentran los árboles, calificado en el documento como urbano, "no se le puede aplicar la ley de montes". Explica el vecino que "el suelo urbano, según el artículo 2 apartado 2 de esta norma no tiene consideración de monte o terreno forestal".

Los propietarios del inmueble se oponen a la tala de los árboles que tienen delante de sus ventanas, pero matizan que no son contrarios a que se hagan podas ni trabajos de mantenimiento. Méndez señala que la tala no fue consultada con los vecinos y su ejecución los privaría de una "barrera vegetal" en la zona. Apunta el portavoz de los vecinos que el mismo riesgo que tienen estos ejemplares de ser alcanzados por el fuego de un incendio es el mismo que tienen otras zonas arboladas de la ciudad, "como el parque de Santa Margarita, por ejemplo".

Los vecinos aseguran que hace unos diez años, cuando compraron sus viviendas, el proyecto de urbanización en la zona de la que formaban parte los árboles indicaba su permanencia en el lugar y que el Ayuntamiento no puso ningún impedimento a que se mantuvieran.

Otros vecinos han llamado al 010 para denunciar la tala de árboles anunciada en la zona o se han puesto en contacto con colectivos ecologistas, comenta Julián Méndez. La comunidad de propietarios del edificio tratará también de aunar posturas respecto a esta decisión municipal con la asociación vecinal de Os Rosales.