Las nubes que cubrieron el cielo de A Coruña durante toda la jornada hicieron que los socorristas comenzaran ayer su actividad con los arenales prácticamente vacíos, ya que tan solo acudieron los bañistas más intrépidos, además de aquellos que frecuentan Riazor durante todo el año. El personal que Top Rescue desplegó en las playas mediante el contrato de urgencia firmado con el Concello tuvo de este modo un trabajo mínimo, a la espera de que el regreso del buen tiempo llene el litoral de amantes del sol y el agua.