En el tramo más peligroso de la tercera ronda -entre la glorieta del pavo real y As Rañas- se han registrado este año ocho accidentes, más de uno al mes de media. En esa parte de la carretera, que es de titularidad municipal y construyó la Xunta, se encuentra su punto negro. El Concello redujo este mes la velocidad máxima permitida de 80 a 60 kilómetros por hora en esa zona, donde se ubica el acceso al polígono de A Grela. El Gobierno local también anunció que instalará un radar fijo para tratar de evitar los continuos accidentes radar fijoaccidentes.

En la parte del vial de circunvalación que pertenece al Ayuntamiento aumentan los sucesos cada año. En 2015, entre marzo, cuando fue inaugurada la carretera, y diciembre se contabilizaron siete siniestros, frente a los 10 de 2016 y a los 19 del año pasado, once de ellos con lesionados. Entre enero de 2018 y ayer se produjeron ocho accidentes, de los que la mitad fueron con heridos -ninguno de ellos de gravedad-.

Fuentes de la Policía Local achacan los siniestros a que los vehículos superan el límite de velocidad, unido a que cuando circulan por la junta de dilatación del viaducto, los conductores pisan el freno de forma instintiva al percibir como si el turismo diese un pequeños salto. Ello provoca que las ruedas traseras patinen y el piloto pierda el control del automóvil. La Agrupación Profesional de la Policía Local, mayoritaria en el cuerpo, propone realizar "ensayos de resbaladicidad" para determinar si los neumáticos de los coches se adhieren de forma correcta al pavimento, así como analizar el "diseño y ejecución" de la carretera de circunvalación.

El alcalde de A Coruña, Xulio Ferreiro, anunció este mes que el Gobierno municipal estudia realizar modificaciones en el trazado del vial para incrementar la seguridad de los usuarios. El regidor manifestó que hay "sospechas" de que existe "un problema en el diseño inicial" de la tercera ronda, cuyo coste total fue alrededor de 200 millones.