La lucha contra el acoso escolar empieza en los alumnos. Familiares y profesores también intentan detectar y detener conductas violentas, pero son los más pequeños los que pueden poner fin a los conflictos. Este es el protocolo que siguen en el colegio Víctor López Seoane, donde llevan dos años desarrollando el programa Tutoría Entre Iguales (TEI). "Los alumnos de quinto de Primaria hacen de hermanos mayores de los de tercero para ayudarles durante todo el curso si tienen problemas con alguien", explica una de las coordinadoras del proyecto, Elena Bauluz, que trabaja en ello junto a Noa Caamaño.

El programa TEI nació en el año 2002 de la mano del psicólogo catalán Andrés González Bellido. La iniciativa busca mejorar la integración escolar y trabajar por una escuela inclusiva y no violenta. Dieciséis años después de su creación, el programa se imparte ya en más de 600 colegios. El López Seoane es uno de ellos. "Cuando conocimos el programa, pedimos una formación directa para tenerlo", comenta Bauluz, y añade que en el centro ya se desarrollaban "clases sobre convivencia".

Además de hacer actividades grupales con y sin profesores sobre cómo afrontar y acabar con el acoso escolar, los alumnos de quinto de Primaria se comprometen a ser tutores de los estudiantes de tercero. "Así tienen un lazo de unión entre ellos y confianza para avisar de si están teniendo problemas. Los mayores ayudan a los pequeños", explica. Pero la formación no acaba ahí. "Cuando finalizan el programa, los niños interiorizan lo aprendido y siguen hablando de ello en otros cursos. También los profesores hacemos hincapié en eso para que no olviden el TEI", revela la coordinadora.

El objetivo es "dar herramientas a los niños para que se pongan en la piel de otros", no solo en el colegio sino en el día a día. Elena Bauluz entiende que "no se trata solo de un tema entre víctima y acosador" y defiende que este tipo de iniciativas ayudan a que "el resto de la gente no se quede sin hacer nada ante estas situaciones". "Hay que pararlo", añade.

Las familias también juegan un papel importante en este proceso. "Damos formación a familiares porque es importante que también sepan cómo detectar el acoso escolar. Hay actividades específicas para ellos", detalla. De esta manera, toda la comunidad educativa se involucra para eliminar las acciones violentas.

Al final de curso, cada alumno da su valoración sobre el programa TEI. Así los profesores son conscientes de cómo les influyen las actividades y charlas. "No le ven tanta profundidad como nosotros pero sí consideran que es algo positivo y bueno porque dedican su tiempo libre a ayudar a los demás", indica Bauluz. Los mayores, según la coordinadora, "saben resolver conflictos", y los más pequeños "saben que tienen a alguien que les puede ayudar".

Aunque solo son los alumnos de 3º y quinto de Primaria los que se incluyen en este proyecto, el colegio Víctor López Seoane quiere ir más allá y "hacer que participen los pequeñitos". "Les daremos formación sobre habilidades sociales, que aprendan a escuchar y respetar a los compañeros", explica la coordinadora del programa TEI.

Bauluz quiere seguir trabajando en este ámbito para ayudar a aquellos "que lo están pasando mal". Basándose en su experiencia, opina que el "acoso siempre ha existido" pero antes "se decía que era cosas de niños". Ahora se va más allá y se pretende concienciar a los alumnos para que sean ellos los que pongan fin a estas situaciones. "Sabemos que pasa y no hay que dejar que pase", concluye.