La depuradora de Bens inició ayer el vertido programado directamente en la costa para una nueva reparación en el emisario submarino, concretamente, en el sistema de apertura y cierre de la compuerta. La obra está pagada por los constructores del emisario, por orden de la Confederación Hidrográfica, dentro de las mejoras que se le exigieron por los defectos que arrastran las instalaciones y la tubería desde su puesta en marcha en 2011. Como en el último vertido, en primavera de 2016, se pudo apreciar espuma en la costa y se cerró al baño O Portiño. El Concello, que descarta contaminación porque el agua sale "depurada", vigilará la evolución. En 2015, ya hubo que arreglar una importante fisura en el tubo.