La Policía Nacional detuvo ayer a 23 vecinos de la calle Orillamar por, presuntamente, pertenecer a una red que se dedicaba a traficar con drogas23 vecinos de la calle Orillamartraficar con drogas. En la inédita redada participaron un centenar de agentes, algunos desplazados desde Madrid, quienes contaron con el apoyo de un helicóptero y de perros de rastreo.

La macrooperaciónmacrooperación, iniciada a raíz de las denuncias de vecinos que detectaron "trapicheos" en el barrio, comenzó a las cinco y media de la madrugada y terminó a las cuatro de la tarde. El 091 se incautó de sustancias estupefacientes -cocaína, hachís, marihuana y heroína-, así como de armas, dinero en metálico y documentación presuntamente relacionada con la actividad criminal de la banda. La cantidad de droga decomisada no transcendió. Los agentes también decomisaron algunos vehículos de alta gama, entre ellos un Audi de color blanco.

Funcionarios de la Policía Judicial, de los Grupos Operativos Especiales de Seguridad (GOES), de las Unidades de Intervención Policial (UIP), de la Unidad de Prevención y Reacción (UPR) y de la Unidad de Subsuelo, entre otros departamentos del 091, participaron en el dispositivo, durante el que fueron registradas 15 de las 44 viviendas de la zona, según fuentes policiales. Al lugar de los hechos también se desplazaron efectivos de Bomberos de A Coruña, pero no fue necesaria su intervención, y agentes de la Policía Local de A Coruña, quienes cortaron la circulación y el paso a peatones.

Los agentes del 091, la mayoría con sus rostros cubiertos con pasamontañas, irrumpieron en Monte Alto con vehículos, muchos de ellos camuflados, y furgonetas cuando todavía era de noche. Tras forzar las puertas de los inmuebles con mazas y palancas, registraron los edificios y arrestaron a los sospechosos, a los que les seguían la pista desde hacía meses. Los policías contaron con perros para rastrear las sustancias tóxicas ocultas en los apartamentos. Los vecinos de los bloques en los que residían los 23 detenidos se despertaron por los ruidos y siguieron el operativo amontonados en las ventanas, desde donde algunos gritaban en protesta por los arrestos y clamaban que fuesen tras "asesinos y violadores".

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23 detenidos en A Coruña en una operación antidroga

Los investigados fueron trasladados a las dependencias policiales de Lonzas, donde serán interrogados. Entre hoy y mañana se prevé que pasen a disposición judicial, donde el juez instructor, tras tomarles declaración -pueden acogerse a su derecho a no testificar-, decidirá si decreta prisión provisional o su puesta en libertad. La Policía Nacional los considera autores de delitos contra la salud pública y de pertenencia a grupo criminal, así como de tenencia ilícita de armas. Durante los arrestos no se produjeron incidentes, pues los sospechosos no opusieron resistencia.

El helicóptero, con un foco encendido para realizar seguimientos desde el aire, desveló a muchos residentes en Monte Alto, quienes vivieron el dispositivo con gran expectación. En las primeras horas algunos llamaron a Salvamento Marítimo para pedir información porque pensaron que el helicóptero que sobrevolaba la zona a escasos metros de sus ventanas participaba en un rescate marítimo.

El tráfico en la calle Orillamar estuvo cortado durante toda la mañanaOrillamar . La vía estuvo plagada de vehículos y furgonetas del 091. Hasta que terminó el dispositivo, sobre las cuatro de la tarde, la Policía Local solo permitió el paso a vecinos y a todos aquellos que acudieron a sus puestos de trabajo. Cada una de las personas que accedieron a la zona fueron identificadas.

REACCIONES DE VECINOS

"En la ciudad nunca se vio una operación igual", comentaba Manuel Vázquez ayer por la tarde desde la terraza de una cafetería cercana a la calle Orillamar, al tiempo que decía que no había "pegado ojo" desde las seis de la madrugada. En el barrio, los residentes coincidían en que el "trapicheo" en la zona cercana al centro de salud es habitual desde hace años. "Se veía que uno esperaba, venía otro, le entregaba algo y se iba. No disimulaban nada", aseguraba la empleada del establecimiento hostelero. La trabajadora de una tienda cercana denunciaba que "incluso traficaban en el parque infantil".