Tras una noche intensa de San Juan en A Coruña, las playas vuelven a estar abiertas y los coches circulan ya por el paseo marítimo con normalidad. La concejal de Medio Ambiente, María García, ofreció los datos provisionales de recogida de basura e incidencias. Señala que, si a las once de la mañana de 2017 habían recogido entre playas y contenedores 112 toneladas, este año fueron 61. Son datos provisionales aportados a las doce del mediodía por la edil, que cree que "la espinita" sigue siendo la playa del Orzán pero que celebró la situación de "residuo cero" en Matadero, As Lapas, San Amaro y Oza. Respecto a Riazor, aunque no quedó "impecable", afirma que ha mejorado respecto a años anteriores, teniendo en cuenta que la afluencia fue mayor que otros años.

"Pasó el San Juan y pasó bien", indicó la teniente de Alcaldía, que estimó que 170.000 personas celebraron la noche más corta del año en la calle, 120.000 en las playas y unas 50.000 repartidos por los barrios, una costumbre tradicional que gana adeptos año a año. "Creo que A Coruña hizo un alarde de civismo", añadió para destacar que no hubo que "saltar al agua a rescatar a nadie".

Respecto a los cuerpos de seguridad, indica que se realizaron 385 actuaciones de los servicios de emergencias: 242 en el ámbito de la playa y 143 en el resto de la ciudad. En las playas, 50 fueron por quemaduras, 45 por intoxicaciones etílicas, 31 por heridas. "La mayor parte de las actuaciones se atendieron en el hospital de campaña, solo hubo que hacer 18 traslados a centros hospitalarios, tres más que el año pasado, y es buen dato teniendo en cuenta la cantidad de gente que tuvimos", comentó

Los bomberos atendieron siete conatos de incendios, "de fuegos que prendieron donde no debían". Por ejemplo, en arbolado "porque se desatendieron instrucciones de dejar distancia sobre los árboles". También apagaron contenedores en diferentes zonas de la ciudad. Los bomberos informaron también de que habían tenido que rescatar a un joven que se cayó entre las rocas en la zona de San Roque de Fóra.

La sala del 092 recibió 117 llamadas a lo largo de la noche, "muchas de ellas para informar de mala ubicación de las cacharelas" y del uso de acelerantes (27). Hubo alertas vinculadas al ruido, un total de 58. Diez de las llamadas estuvieron relacionadas con auxilio al ciudadano o colaboración con el 061. A esto se añaden seis llamadas por discusiones y tres accidentes de coche. La concejala destacó y agradeció el trabajo de los servicios municipales y de las otras administraciones que colaboraron, como la Policía Nacional y los diferentes servicios sanitarios.

En la comparecencia, María García mostró imágenes de cada una de las playas antes de que entrasen las fotos de limpieza. "Sin triunfalismo, notamos que el cambio va avanzando porque el volumen de residuos es muchísimo menor", celebró la responsable de Medio Ambiente, que reconoció, sin embargo, que queda trabajo en la playa del Orzán, donde por tradición se congregan los celebrantes más jóvenes. "Los resultados son desiguales en las distintas playas pero tenemos playas con residuo cero y eso es absolutamente espectacular", comentó. Señala en esta lista a As Lapas y su entorno, el Matadero, que se pudo abrir muy temprano por la mañana, San Amaro, "que da gusto verlo", y Oza, "una maravilla". Riazor, "no impecable", pero con una cantidad menor. En Orzán, detectaron una bajada y aumento de depósito en contenedores pero el resultado no es el deseable por el Concello.

Los datos de recogida son provisionales y se obtienen pesando los camiones en Nostián por lo que incluyen tanto los de la playa como los de los contenedores. En 2017, a las once de la mañana, había recogidos 112 toneladas "y quedaba mucho porque Riazor y Orzán estaban sin abrir, aún estaban trabajando". A esa hora, en 2018, cifran en 61 las toneladas de residuos, "una reducción brutal". "A esta hora está abierta Riazor, a punto de abrirse Orzán, Matadero también lleva tiempo abierta, como As Lapas, San Amaro, Oza, y eso es porque los servicios de limpieza pudieron trabajar con más tranquilidad dada que la cantidad de basura es mejor", describió García, que recalca que "el descenso de basura coincide con una mayor afluencia a las playas"