La noche de San Juan acabó sin incidencias de gravedad y con 117 toneladas de basura recogidas, 17 menos que las 117 que se retiraron el año pasado. Según fuentes municipales, un total de 170.000 personas disfrutaron de la noche más corta del año, 120.000 en las playas y 50.000 en las fiestas de los barrios, frente a las 150.000 de 2017. "Fue un San Juan popular, de cultura local y de sensibilidad ambiental", analizó la concejal de Medio Ambiente, María García.
La reducción de la basura recogida por los servicios de limpieza, que empezaron a trabajar a las seis de la mañana, consolida una tendencia de los últimos años. En 2015 se recogieron 211 toneladas de basura; en 2016, 190 toneladas; en 2017, 134, y este año, 117. Los servicios de limpieza, que empezaron a trabajar a las seis de la mañana, habían recogido 61 toneladas de residuos antes del mediodía, cuando todavía no se había limpiado el Orzán. "Es un cambio espectacular", celebró la edil. El objetivo del Concello para esta celebración era el "residuo cero" y prácticamente se consiguió en los arenales de As Lapas, Oza, Matadero y San Amaro, que ya estaban abiertos a los bañistas a las diez de la mañana. Hubo un "importante descenso" de basura en Riazor, aunque no quedó "impecable", pero Orzán continúa siendo la playa con más residuos por lo que fue el último espacio en abrirse a los vecinos tras la limpieza.
El dispositivo ambiental del Gobierno local impidió que se bajasen a las playas 5,5 toneladas de palés, maderas tratadas y voluminosos. En los controles en los accesos también se requisaron botellas de cristal, lo que favoreció que las islas de reciclaje recogiesen 3.180 kilos de vidrio.
Los mejores momentos de San Juan. // Carlos Pardellas
Los servicios de emergencia realizaron 385 actuaciones: 242 en el ámbito de la playa y 143 en el resto de la ciudad. En los arenales, 50 fueron por quemaduras, 45 por intoxicaciones etílicas y 31 por heridas, además de limpiezas oculares y diferentes traumatismos. "La mayor parte de las actuaciones se atendieron en el hospital de campaña, solo hubo que hacer 18 traslados a centros hospitalarios, tres más que el año pasado, y es buen dato teniendo en cuenta la cantidad de gente que tuvimos", comentó García.
Los bomberos tuvieron que rescatar en torno a las tres y veinte de la madrugada a un joven que se había despeñado por unas rocas en el entorno de la cetárea de San Roque, cerca de Millenium. El joven se cayó por una zona ajardinada pero no fue necesario su rescate por mar o aire. Herido pero consciente, fue trasladado a un centro hospitalario. Además, los bomberos sofocaron siete conatos de incendios en las zonas de Oza, Pocomaco y Labañou. La mayoría de los fuegos se originó por la realización de hogueras cerca de árboles o por la presencia de brasas calientes en los contenedores.
Los Kilomberos de Monte Alto cerraron ayer la fiesta de San Juan.
En la sala de pantallas de la Policía Local no se registraron accidentes con heridos. El 092 atendió un total de 117 llamadas, de las que 27 fueron para informar sobre la localización errónea de hogueras o para advertir del uso de acelerantes. "Esto muestra el grado de implicación y conciencia ciudadana sobre la necesidad de cuidar y respetar el medio ambiente", dijo García. Hubo también alertas vinculadas al ruido, un total de 58. Diez de las llamadas estuvieron relacionadas con auxilio al ciudadano o colaboración con el 061. A esto se añaden seis llamadas por discusiones y tres accidentes de coche.
En las inmediaciones de la ciudad, un conductor dio positivo (0,79mg/l) en un control de alcoholemia de la Guardia Civil. Además, no tenía carné. Fue denunciado por dos delitos contra la seguridad vial.
