La Ciudad Vieja ya es peatonal. Pero en la teoríaCiudad Vieja. En la práctica aún hay muchas cosas en el aire. Los autorizados todavía no tienen sus acreditaciones para circular por el casco histórico, tan solo están pintadas las plazas de aparcamiento de la calle Maestranza y hay vehículos aparcados en el interior de la muralla. El proceso de peatonalización está a medias. El alcalde de A Coruña, Xulio Ferreiro, explicó ayer que habrá "un periodo de adaptación" para avisar a los vecinos y trabajadores de la zona sobre las nuevas medidas sin necesidad de sancionar.
La Policía Local se encarga de vigilar los accesos al interior de la Ciudad Vieja para evitar que circulen por la zona coches sin autorización, ya que no hay bolardos ni cámaras. Muchos conductores se han detenido en la calle Maestranza para preguntar a los agentes del 092 qué dirección tomar y cuáles son las restricciones para los autorizados, que solo pueden circular por el interior de la muralla durante un máximo de 15 minutos. De momento, el Concello no ha aclarado cómo se contabilizará este tiempo. Además, la Policía Local ha controlado las matrículas de los vehículos aparcados, aunque no se han puesto multas al tratarse del primer día de peatonalizaciónpeatonalización.
El Concello ha instalado las señales verticales que indican en qué punto empiezan las zonas reservadas para autorizados, es decir, residentes, trabajadores y propietarios de plazas de garaje en la zona. Unas señales que, según algunos vecinos, pueden ser "confusas" para las personas que no sean de la ciudad y quieran acceder a la Ciudad Vieja.
Lo que todavía no se ha completado es la señalización de las plazas de aparcamiento. Las reservadas para autorizados son amarillas. Los operarios empezaron ayer a pintar los estacionamientos de la calle Maestranza, pero tan solo un tramo. Queda además la zona del Campo da Estrada y el Oceanográfico. En total, 248 plazas. Los 358 estacionamientos libres, de color blanco, no tendrán ORA aunque el Concello no descarta implantarla más adelante.
"Era una anomalía que la Ciudad Vieja tuviera coches aparcados", apuntó Ferreiro tras el inicio de una peatonalización que llega tras décadas de reivindicaciones nunca atendidas. Ayer por la mañana todavía había vehículos dentro de la muralla, aunque el número fue disminuyendo a lo largo del día. La plaza de Azcárraga presentó una imagen muy diferente a la de los últimos días, sin coches, pero algunos conductores aparcaron en calles como Nuestra Señora del Rosario, Puerta de Aires y la plazuela de los Ángeles, donde ahora está prohibido. El alcalde reveló que la Policía Local "está hablando con los vecinos para que retiren" sus vehículos lo antes posible. Además, los residentes y comerciantes recibieron la semana pasada una carta con información sobre el proceso y cuentan también con un teléfono para cualquier duda. Sin embargo, aún no han recibido la tarjeta o pegatina de autorizados.
Algunos vecinos de la Ciudad Vieja se mostraron "indignados" por esta falta de previsión por parte del Gobierno local, ya que la zona no ha completado su peatonalización, un proceso que concretó su fecha de inicio el pasado mes de mayo. Xulio Ferreiro asegura que el objetivo es tener un casco histórico "activo, vivo y conectado con la ciudad" por lo que no quiere que los vecinos "vean la peatonalización como una molestia".
