La gasolinera de Repsol en la avenida de Alfonso Molina situada justo antes de la entrada a la autopista fue el lugar elegido ayer por la asociación Stop Accidentes para desarrollar la primera acción de su campaña ¡Ve, vuelve y vive!, con la que pretende concienciar a conductores, ciclistas y peatones de la necesidad de respetar las normas de seguridad vial.

Los voluntarios de la entidad repartieron a los conductores que repostaban en la estación de servicio abanicos confeccionados por la Fundación Mapfre con recomendaciones para evitar los accidentes de tráfico y lo hicieron en una jornada clave, ya que ayer fueron muchas las personas que comenzaron sus vacaciones de verano. Esta misma iniciativa se repetirá el 28 de julio y el 11 de agosto con motivo de los puentes festivos que coincidirán con esas fechas. "Todos somos corresponsables", explica la delegada en Galicia de Stop Accidentes, Jeanne Picard, quien señala que no se debe permitir conducir al amigo que no esté en condiciones después de una fiesta, así como respetar las normas de convivencia.

La campaña se dirige a quien se va de vacaciones, "pero también el que hace un recorrido corto porque también son de riesgo", advierte Picard, ya que "cualquier despiste en la carretera puede tener un desenlace fatal". La delegada de Stop Accidentes afirma que la asociación insistirá en este mensaje porque la siniestralidad ha aumentado en los últimos años a pesar de todas las campañas realizadas.

"Lo que está pasando con los ciclistas es un verdadero drama nacional, estos son los delincuentes y criminales de la carretera", comenta acerca de los últimos accidentes ocurridos en los que los ciclistas han sido víctimas de conductores que habían tomado drogas o alcohol. "Son pocos y escapan, pero son los que matan", recuerda.

La respuesta de los conductores a los que los voluntarios de Stop Accidentes entregan los abanicos informativos es buena, según Picard, "pero todos dicen ya me lo sé", con la "falsa seguridad de que a ellos no les va a pasar" y sin la consciencia de que pueden ser la víctima inocente de un conductor irresponsable.

En su opinión, hay que extremar las precauciones "porque reducir la velocidad reduce la mortalidad". Picard destaca que Francia ya estrenó la reducción de la velocidad máxima a 80 kilómetros por hora, mientras que en España aún se discute sobre mantener los noventa en las secundarias. "Levantar el pie del acelerador es lo único que puede hacer reaccionar en un momento dado y salvar la vida", concluye.