El Concello ultima la contratación de una aplicación que permita la recarga de la tarjeta Millennium, usada para el bonobús urbano. El Ayuntamiento está "a punto", según fuentes municipales, de adjudicar esta licitación, diseñada para desarrollar una aplicación móvil que permita hacer recargas sin necesidad de ir a un cajero. Esta iniciativa surgió en los Orzamentos Participativos de 2016 y está pendiente de acometer desde entonces.

Dos propuestas relacionadas con las mejoras de la tarjeta del autobús urbano entraron en el grupo de las más votadas por los usuarios en el proceso participativo de hace dos años organizado por el Concello para incluir las iniciativas de los vecinos en el presupuesto municipal.

Una de ellas propone la utilización del móvil como tarjeta Millennium para evitar la utilización de cajeros y hacer que el sistema de pago sea más sencillo. Sería un programa similar al que utilizan las tarjetas de crédito. Apple y Samsung ya cuentan con estos sistemas. El Concello entiende que esta idea, que recibió 346 apoyos, "no es sencilla y su implementación depende del operador móvil", por lo que ahora se centra en el desarrollo de una aplicación para la recarga de la Millennium.

Esta fue otra de las propuestas más votadas en los Orzamentos Participativos de 2016, con 309 apoyos. Ambas estarán unidas en un mismo proyecto para facilitar el uso de la tarjeta. Con esta novedad, los usuarios podrán recargar la tarjeta del bus con el móvil o a través de una página web. El proceso será introducir los datos de la tarjeta de crédito para el pago. La recarga se actualizará en la canceladora de cualquier autobús urbano. El Concello necesita cerrar acuerdos con las entidades bancarias y la Compañía de Tranvías para poner en marcha este proyecto.

El objetivo, según el Gobierno local, es que los usuarios del bus urbano "no tengan que acudir a las oficinas de Abanca" a hacer la recarga de la tarjeta. La iniciativa forma parte de los Orzamentos Participativos de hace dos años, pero continúa en proceso de contratación. Este año, un usuario aportó una nueva propuesta: colocar canceladoras en las paradas de autobús más transitadas de la ciudad para poder consultar el saldo y recargar la tarjeta en caso de que fuese necesario.