Un mono espacial para triunfar con el mejor videojuego

El autodidacta coruñés David Gómez emplea 16 horas seguidas para diseñar el videojuego con el que ganó un concurso universitario

David Gómez, con su ordenador portátil.

David Gómez, con su ordenador portátil. / arcay/roller agencia

M. Manav Gambhir | a coruña

La primera competición de desarrollo de videojuegos de A Coruña, organizada por la asociación de estudiantes Molab, se ha saldado con un claro campeón, David Gómez, ganador de dos categorías con su juego Strato. "Es una historia sobre un mono que vive en una estación espacial y tiene que pasar por las diferentes capas de la tierra para reponer los plátanos, que se le han acabado", cuenta.

Al torneo se apuntaron 24 equipos, pero solamente nueve acabaron entregando un videojuego al término de los tres días que disponían de plazo. "No tengo más estudios que la ESO, me presenté para probar lo bueno que soy en mi hobby, la creación de videojuegos", relata el campeón. "Después de ver los juegos terminados de mis adversarios, creía que el mío era mucho mejor en cuanto a lo agradable que resultaba a la vista, de tanto practicar por mi cuenta tengo una técnica muy pulida", cuenta David Gómez, que se enfrentaba por primera vez a una actividad de este tipo.

Las game jam son pruebas realmente duras en las que los participantes suelen pasarse muchas horas delante de la pantalla del ordenador, en la mayoría de ocasiones sin dormir ni comer. "Desde que sacaron las condiciones de participación, a las doce de la noche, me puse a desarrollar, empecé diseñando durante 16 horas seguidas, el resto del tiempo dormí poco e incluso se me olvidó comer, menos mal que eran días libres", cuenta el creador del mejor juego ganador.

Los máximos expertos de esta afición en auge defienden que la manera correcta de comenzar a crear debe ser en un orden concreto: primero construir el motor y luego los gráficos, pero muchos concursantes, entre ellos el ganador, lo hacen al revés, ya que así les llega más fácil la inspiración. "Cuando supe cómo debían ser los juegos me puse a trabajar. No pienso demasiado sobre qué hacer un juego, lo voy desarrollando a medida que lo hago, no planifico", explica David Gómez.

Una vez terminada la competición, todos los juegos pueden ser publicados en las distintas webs, ya que es un producto terminado al que se puede sacar beneficio de forma inmediata.

"A pesar de que se podía concursar en equipo, quería intentarlo solo, era un reto el poder ganar a grupos que contaban con diseñadores gráficos, ingenieros o programadores, aunque desconocía su nivel real", relata el creador del juego Strato.

Los organizadores del concurso, la asociación estudiantil Molab, entregó los premios en el campus de Elviña, donde el público que acudió pudo probar los juegos creados durante el torneo y disfrutar de otras actividades.

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