La Concejalía de Medio Ambiente impulsa una iniciativa de prevención para evitar la infección de las palmeras por la plaga del picudo rojo, ya que "hay que proteger ejemplares con valor singular, ambiental y patrimonial de la ciudad", apuntó en una nota la edil responsable de esta área, María García.

Este lunes comenzó la limpieza de las copas de las palmeras para la posterior instalación, desde el miércoles, del sistema tecnológico de prevención del picudo. Serán 75 palmeras en total de la Rosaleda, los jardines de Méndez Núñez y la Ciudad Vieja las que contarán con el sistema de detección sísmica. Esta estructura percibe la vibración del insecto en la primera fase de afección y envía datos periódicamente para alertar de los posibles daños en los árboles con el objetivo de eliminar la plaga.

El picudo rojo ataca el interior de las palmeras, en especial de especies canaria y datilera, destruyéndolo y provoca su rápido deterioro físico. Este insecto procedente de Asia lleva 25 años causando daños irreparables en la Península Ibérica y sobre todo en zonas de la costa de Pontevedra y algunas de la ría de Arousa.

La concejala explicó que la iniciativa tiene un coste de 23.000 euros y es necesaria para proteger "los espacios verdes más antiguos de la ciudad y en los que se encuentran los ejemplares más valiosos, tanto a nivel ambiental como patrimonial".