El Ayuntamiento ha recibido en lo que va de año tantas denuncias por infracciones de la ordenanza municipal de terrazas como en todo el año pasado. La Policía Local y los vecinos presentaron en conjunto 27 demandas en 2017 y en los primeros seis meses de 2018 han promovido una más, 28, según informa el Gobierno local al grupo municipal del PP en la respuesta a una pregunta escrita.

El recorrido que tienen estas denuncias una vez formuladas es variado. De las 22 particulares presentadas el año pasado, 12 no iniciaron su tramitación al no existir reiteración en el incumplimiento de la ordenanza, pero sí pasaron a otras fases las otras 15 que surgieron de los vecinos o de los policías locales: el Concello resolvió ocho expedientes con la imposición de una sanción, mantiene aún otros tres informes sin emitir su resolución y uno caducó.

El 092 ha promovido en lo que va de año 23 denuncias por alguna infracción relacionada con la instalación de terrazas en espacios de uso público, pero, como ocurrió el año pasado con las demandas vecinales, 15 no han derivado en el inicio de un expediente por no tratarse de irregularidades reiteradas; las otras 13 sí, hasta ahora con la imposición de dos multas y con el resto pendientes de resolución. Tanto en 2017 como en 2018 ninguno de los informes resueltos se cerró sin sanción, recoge la misma respuesta al grupo municipal popular.

La contestación no detalla el motivo de las denuncias ni el alcance económico de las multas resueltas. Tampoco señala si alguna de las sanciones responde en concreto a la incorrecta ocupación de mesas y sillas en espacios exclusivamente reservados a los peatones, aspecto que desde el verano pasado determina la ordenación singular de las terrazas instaladas en las calles peatonales situadas en el ámbito del Plan Especial de Protección y Reforma Interior (Pepri) de Ciudad Vieja y Pescadería.

El PP pregunta también al Gobierno local si dará continuidad a la delimitación del espacio para terrazas por el resto de la ciudad y fuera de la zona protegida, en la que desde hace un año chinchetas metálicas en el pavimento marcan la superficie de la que no se deben salir las mesas, sillas y otros elementos de las terrazas. El Ejecutivo local responde que el siguiente ámbito en el que prevé "hacer crecer la ordenanza" reguladora es la Ciudad Vieja.

La ordenación de estos espacios, que permite además mejorar la accesibilidad a zonas peatonales de los propios viandantes y de los vehículos de emergencia, ha supuesto agilizar el proceso para tramitar la solicitud de licencias para instalar terrazas en las calles, que hasta hace un año no avanzaba debido a que muchos establecimientos de hostelería ocupaban incorrectamente sus elementos.

El incumplimiento de la obligación de mantener el espacio de uso público donde se emplace la terraza autorizada o la instalación de elementos de mobiliario o auxiliares no previstos son algunas de las infracciones leves que recoge la ordenanza reguladora. Tiene la categoría de grave la ocupación de mayor superficie de la autorizada en más de un 20% y en menos del 50% o el incumplimiento de horario de inicio o de cierre en más de una hora, entre otras. Y se considera muy grave la instalación de una terraza careciendo de la preceptiva autorización municipal, la producción de molestias graves a los vecinos derivadas del funcionamiento de la terrazas y la desobediencia reiterada a los requerimientos de la Policía Local. Las infracciones leves se castigan con multa de 300 a 500 euros; las graves, de 501 euros hasta 900 euros; y las muy graves, de 901 a 1.500 euros, según establece la ordenanza municipal.