El primero de los proyectos enmarcados en la iniciativa Bosques de A Coruña, el denominado Parque das Cinco Illas, que busca la creación de un bosque urbano del área de Os Rosales ya tiene fecha de inicio. Las obras de reforma del espacio darán comienzo hacia finales de este año para consolidarse a lo largo de 2019, y contarán con un presupuesto de 750.000 euros, según avanzó ayer la concejala de Medio Ambiente, María García.

El proyecto de recuperación se habilitará sobre el conocido como parque natural de Os Rosales, lindante con el Monte de San Pedro y que ocupa una superficie de 84.000 metros cuadrados. El Concello quiere convertirlo en la tercera área verde más extensa de la ciudad, por detrás de los parques de Bens y Eirís.

La iniciativa lleva el nombre de Parque das Cinco Illas en referencia simbólica al espacio protegido de las islas de San Pedro y porque plantea una división del parque en áreas en alegoría a dichas islas, destinadas a diferentes usos. Por un lado, se habilitarán dos zonas para juegos infantiles, y otra contará con instalaciones equipadas con mobiliario biosaludable destinado a personas mayores. Otra de las áreas estará orientada a la actividad deportiva, e incluirá además elementos de descanso como tumbonas y bancos. También se incorporará en el entorno un área canina.

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La concejala de Medio Ambiente definió el proyecto como "una iniciativa de mejora de la calidad ambiental y ecológica de las zonas verdes, que apunta a mejorar además la calidad de vida en los barrios adyacentes". García destacó que además de esos usos, la intención municipal es que el parque sea utilizado con fines lúdicos y culturales, de forma que pueda albergar diversas actividades al aire libre. Para ello, se podrán utilizar tanto las zonas acondicionadas como los casi siete kilómetros de caminos, los merenderos y las áreas de descanso.

El Parque das Cinco Illas persigue diversos objetivos, los cuales, en palabras de García, pueden sintetizarse en "la mitigación del cambio climático, y la mejora ecológica y de la biodiversidad, siempre con el foco en el incremento de la calidad de vida de los ciudadanos". Para esto, se pretende hacer una apuesta por la inclusión de especies autóctonas como el roble o el castaño, tanto de bosque como de transición, que aporten diferentes tonos e incluyan ejemplares con flor y fruto, persiguiendo un objetivo ornamental. "Apostamos por la belleza y el paisajismo, nos encantaría que la gente fuese al parque a coger frutos, y conseguir una continuidad y armonía con el barrio de Os Rosales", apuntó la concejala.

La iniciativa ayudará a ampliar el territorio ocupado por áreas verdes, que en la actualidad, según la edil, son deficitarias. La ciudad cuenta con 300 zonas verdes, 294 si se excluyen las de los polígonos industriales. La mayor parte no llega a los 2.000 metros cuadrados. Solo el 6,46% de esos espacios tienen más de 5.000 metros cuadrados, que resultan escasos, remarcó la concejala. La Unión Europea recomienda como mínimo 5.000 metros cuadrados de parque para la adecuada ejecución de un ejercicio físico de 30 minutos.