Cuando el coruñés Jorge Sierra decidió, hace diez años, embarcarse en la aventura que le llevaría a recorrer nada menos que 48 países en cuatro años, sabía que su supervivencia dependería en gran medida de la buena voluntad de la gente con la que se cruzara en su camino, una buena voluntad que siempre presupuso. Y no se equivocaba.

A raíz de esa experiencia, Sierra puede afirmar que, "en contra de todo prejuicio que pueda haber", los países musulmanes son los más gentiles con los visitantes, ya que "para ellos es casi una obligación ofrecerte un techo". Comenta sobre todo el caso de Irán. "Fue donde peor lo pasé, ya que me detuvieron y me acusaron de espionaje, pero paradójicamente también donde mejor me acogieron con diferencia. No me dejaban pagar ni los peajes".

A la vuelta de su aventura, al elogiar la hospitalidad de los habitantes de los diferentes países, tuvo que toparse varias veces con la sentencia "eso en España sería imposible". Jorge Sierra tomó entonces la determinación de desmentir de una vez el mito de que los españoles no son acogedores con los extranjeros, y puso en marcha el proyecto Surfeando Sofás. Una auténtica odisea mochilera alrededor de España en la que demostraba que, efectivamente, los escépticos se equivocaban.

Fueron 45 los días que Jorge Sierra pasa recorriendo el país en su búsqueda de hospitalidad, que narra en una serie de diez capítulos emitidos en la plataforma Playz de RTVE. A diferencia de su aventura anterior, el nuevo viaje se presentaba en un formato diferente, más próximo al estilo youtuber, de tanto éxito ahora entre el público joven. Sierra empieza su epopeya en Galicia, donde no puede contar con un mejor primer anfitrión, nada menos que el músico gallego Iván Ferreiro, a propuesta de este último. En otra ocasión, tuvo que buscar acogida en León durante la alerta naranja que mantuvo a la comunidad sitiada, debido a los fuertes temporales de nieve que obligaron a cortar carreteras el pasado mes de enero.

Ni siquiera en estas circunstancias durmió al raso Jorge Sierra, que fue invitado a pasar la noche en un hotel de cinco estrellas de la ciudad. "Después de eso, pasé por Madrid, Andalucía, Cataluña, Asturias... en todos los lugares me trataron estupendamente bien, pero era obvio. No lo dudé ni por un instante", comenta el viajero.

Todas estas experiencias y situaciones en ocasiones límite hacen que uno tenga mucho tiempo para pensar. Resultado de las largas esperas y tiempos muertos inherentes a todo viaje, nace otro de sus proyectos más personales, el libro Los pájaros de mi cabeza, "un recopilatorio de textos inconexos y reflexiones de todo tipo". Un libro ilustrado por él mismo durante el viaje, que sin embargo no explica la aventura propiamente dicha sino los pensamientos que le iba inspirando cada lugar que pisaba. Una obra que quiere invitar a otros posibles viajeros a quitarse los miedos y emprender sus propios caminos.