La expectación por la final del Mundial se trasladó también a las calles de A Coruña. Una pequeña parte de la afición francesa la siguió ocupando un local de hostelería de la calle Olmos especializado en un producto de gran prestigio en Francia, el queso. El local se engalanó con los colores de la bandera gala y los clientes, franceses pintados y vestidos con los mismos colores, siguieron el partido en la calle por televisión.