El juicio por la ocupación simbólica de la Casa Cornide por parte de nueve activistas, entre ellos algunos miembros del BNG, se aplazó ayer a petición de los denunciantes, la familia Franco. Los acusados organizaron en la noche de ayer, como denuncia de que el proceso judicial siga abierto, un acto simbólico delante del propio edificio ubicado en la Ciudad Vieja, que consistió en una proyección de fotografías con música que narraba la historia del inmueble. Y es que el acto por el que ahora están investigados reclamaba la devolución a manos públicas de la casa, hasta hoy propiedad de la familia del dictador.

Fue en septiembre del año pasado cuando varios miembros del colectivo denominado Os 19 de Meirás se subieron al balcón del edificio y desplegaron una pancarta en la que reivindicaban la devolución del mismo mientras otras personas coreaban consignas frente al inmueble. La familia Franco les acusa de un delito leve de coacciones mientras que ellos defienden que el ato fue "pacífico" y "simbólico".

El juzgado de Instrucción número 4, que debía juzgar ayer el delito, decidió, a petición de los parientes del dictador, aplazar la sesión, sin ofrecer por ahora una fecha alternativa.