Rodeado por su "equipo titular de presentadores", como él mismo los definió, el coruñés José Manuel Otero Lastres dio a conocer ayer en la sede de Afundación El afeitador de muertos, su cuarta novela, a la que, a pesar de su título, no quiso calificar de tétrica. "Es triste sí y no", aclaró, y explicó que describe "cómo puede cambiar la vida de una persona en un momento".

El protagonista, Jorge Lavandeira, no soporta el cambio que sufre su vida y marcha desde A Coruña a Cartagena de Indias, ciudad colombiana que Otero conoce bien gracias a su actividad profesional como jurista y que le sirve de marco para expresar su admiración por el militar español Blas de Lezo y el escritor Gabriel García Márquez.

Para Francisco Vázquez, una de las personas a las que el autor envía siempre sus obras antes de publicarlas, Otero tiene el "afán de hacer reflexionar a los demás a través de lo que mejor saber hacer, que es escribir". La novela es, a su juicio, el relato de una persona "que se va autodestruyendo para olvidar las desgracias vividas", así como una "descripción perfecta de la marginalidad".

El exalcalde coruñés alabó los cambios de tiempo y de lugar que se producen continuamente en la narración y destacó que el mayor valor de la novela es que se trata de una auténtica "creación literaria" porque no aborda experiencias del autor ni vidas reales.

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Francisco Vázquez y Alberto Núñez Feijóo coinciden en A Coruña

El escritor Ramón Pernas consideró como un "homenaje a Dickens" la escuela de mendigos que aparece en la historia y apreció en ella también connotaciones con la narrativa gallega del siglo XX como la de Otero Pedrayo. "Se nota el rigor literario de un autor que late al ritmo de sus palabras", sentenció, mientras que el también escritor Alfredo Conde coincidió en que la obra está "llena de emociones" y predijo que "está tan bien hecha que dentro de unos años será objeto de una atención que hoy no se le prestará".

Según él, la descripción de Cartagena de Indias que aparece en la obra es tan "prodigiosa" que permite conocerla sin haber estado nunca en ella, mientras que la que hace de la mendicidad lleva a imaginarse a Otero Lastres mendigando por las calles de esa ciudad.

Al conocer el título del libro, el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, confesó entre bromas que estuvo a punto de no acudir a la presentación ante la situación de su partido y el temor a ser malinterpretado, aunque agradeció la invitación porque presentar una obra literaria "es un oasis en la España actual".

Con continuas referencias a los días convulsos que vive el PP por la elección de su nuevo presidente, Feijóo se alegró de asistir a la llamada de su amigo Otero Lastres porque se trata de un acto "donde hay un solo candidato", lo que calificó de "importante" para él en este momento, y advirtió que con el nombre elegido para el libro su autor "engaña porque no le gustan los argumentos simples".

Con una agenda plagada de compromisos, el presidente de la Xunta admitió no haber leído El afeitador de muertos, sino tan solo hojeado sus páginas, pero aseguró que lo hará durante sus vacaciones.