Cuando hace un año este periódico le solicitó que recordase su trayectoria política, Fernando Rodríguez Corcoba, fallecido este martes a los 70 años, manifestó con amargura: "La desgracia de la política, tanto a nivel municipal, provincial como nacional, es que se piensa más en las consignas del partido que en el interés general de los ciudadanos. Ocurría antes y ocurre ahora".

Corcoba será incinerado hoy a las 11.00 horas en el tanatorio de Servisa, donde se oficiará una misa en su recuerdo a las 10.30. Por la tarde, a las 20.30 horas, se celebrará otra misa en la iglesia de San Pablo. Su viuda, Susana Soneira, presidenta del Colegio de Graduados Sociales, recibió ayer numerosas muestras de condolencia en el tanatorio. El Partido Popular de A Coruña, al que Corcoba perteneció, trasladó ayer a través de la red social Twitter sus "condolencias" por la muerte de su "compañero y amigo".

En su carrera política, Corcoba se alejó de los convencionalismos y no dudó en abandonar la formación en la que había militado desde un principio para acabar fundando la suya, que utilizaba un acróstico para formar su apellido: Coruñeses con Buenos Argumentos (Cor.co.ba). Su actividad pública comenzó en 1986 como secretario general técnico de la Consellería de Educación, mientras que en 1991 fue delegado provincial de Traballo en A Coruña, donde destacó por su tono conciliador en los conflictos laborales.

En 1993 pasó a la Delegación Provincial de Xustiza, Interior e Relacións Laborais, hasta que en 1996 llegó al Gobierno Civil, en el que vivió su conversión en Subdelegación del Gobierno. En 2003 fue elegido diputado en el Parlamento gallego y en ese mismo año se convirtió en el portavoz municipal del PP en el Concello coruñés al encabezar su candidatura. Corcoba logró en aquellos comicios igualar los siete concejales que su partido había conseguido cuatro años antes y desde el primer momento puso en marcha iniciativas variopintas para tratar de ganarse la atención de los ciudadanos. Pero también tuvo que hacer frente a lo que hace un año calificaba como "rodillo" del Gobierno de Francisco Vázquez, amparado en su mayoría absoluta. "Llegué a presentar seis mil y pico preguntas y muchas no se respondieron", comentaba, aunque fue capaz de conseguir que se instalase una pérgola en la plaza de Vigo para protegerse del sol y la lluvia, así como que por primera vez se paralizase un pleno, para que PP y PSOE negociasen la aplicación en A Coruña de la ley de grandes ciudades.

Cuando en 2005 se elaboró la candidatura del PP para el Parlamento gallego, la dirección se negó a colocarle en un puesto de salida, que concedió a Carlos Negreira, por lo que dimitió como presidente local del PP y denunció su "derechización". Corcoba reaccionó dejando el PP, pasando al grupo municipal de los no adscritos con otros dos concejales y concurriendo a las elecciones de 2007 con Coruñeses con Buenos Argumentos, aunque retiró su candidatura durante la campaña.

Entonces, abandonó la política activa. Años después, comenzó a colaborar de forma habitual en LA OPINIÓN expresando su pensamiento. Su último artículo se publicó el pasado 29 de junio y en el mismo criticaba la actitud del Gobierno italiano hacia los migrantes que viajaban en el Aquarius.