La visita que ayer efectuaron al recinto el rector de la Universidad, Julio Abalde, y el presidente de la Diputación, Valentín González Formoso, supuso la culminación del traspaso de la residencia Elvira Bao -ubicada en el centro Calvo Sotelo- a la institución académica después de la reforma realizada en los últimos meses.

La residencia comenzará su actividad en septiembre con 46 plazas, aunque tan solo 26 estudiantes la solicitaron durante el periodo que se abrió para hacerlo en este mes. A partir de enero, una vez que hayan terminado los trabajos en los accesos al complejo, estarán disponibles las 118 plazas proyectadas, por lo que se abrirá una nueva fase para solicitarlas.

Abalde y Formoso, acompañados por la vicepresidenta de la Diputación, Goretti Sanmartín, y la vicerrectora de Estudiantes, Margarita Amor, recorrieron las dependencias de la residencia, que pondrá fin a la anomalía de que A Coruña fuese la única ciudad gallega sin un alojamiento de este tipo.

Cuotas

Los alumnos pagarán una cuota mensual de 100 euros por la estancia en una habitación doble en el caso de que no disfruten de una beca de alojamiento, mientras que los que cuenten con esa ayuda deberán abonar 165 euros. Los cuartos individuales tendrán un coste de 130 euros si no se recibe beca y de 195 para quienes cuenten con ella. La instalación, que ocupa parte del centro educativo Calvo Sotelo, abrirá del 8 de septiembre al 11 de junio, aunque cerrará del 24 de diciembre al 1 de enero y del 18 al 21 de abril en Semana Santa. Para acceder a las plazas de la residencia es necesario estar matriculado en un grado, máster o doctorado en la Universidad coruñesa y no residir en A Coruña, A Laracha, Carballo, Betanzos, Oza-Cesuras, Miño, Curtis, Arteixo, Cambre, Culleredo, Oleiros, Bergondo, Sada, Abegondo, Carral, Cerceda u Ordes.

Las calificaciones obtenidas en la prueba de acceso a la Universidad o en los cursos anteriores, además de los ingresos que figuren en la declaración de la renta serán los criterios mediante los que se llevará a cabo la adjudicación de las plazas, aunque las únicas dos habitaciones individuales se destinarán a personas con una discapacidad igual o superior al 33% y que además esté asociada a problemas de movilidad.