La Concejalía de Servicios Sociales iniciará el 17 de septiembre un proceso de descentralización a través del que se instalarán cinco puntos de atención a los ciudadanos, en vez de los tres establecidos actualmente. Os Mallos, Monte Alto, Labañou, San Diego y Elviña concentrarán cinco equipos con trabajadores y educadores sociales que ofrecerán ayuda a los vecinos ante diferentes necesidades. "Es el primer paso en este modelo que pretende reformular la estructura organizativa", explicó la edil, que defendió la redistribución para estar "cerca de los domicilios" de las personas que requieren de los servicios sociales municipales.

Este modelo de asistencia recupera la esencia del que existía con el PSOE al frente del Gobierno local, que el PP eliminó al llegar al Ejecutivo para centralizarlo. La concejala del PSOE y exedil de Servicios Sociales, Silvia Longueira, apuntó ayer que el nuevo modelo, a primera vista, se acerca al desarrollado en su mandato, de 2007 a 2011, donde hasta once centros cívicos contaban con servicio de atención. "Era un modelo óptimo y sostenible para este tipo de ciudad", defendió la socialista, que recordó que se puso el acento en la prevención.

Además de cambiar la ubicación, en función de los distritos con mayor población y riesgo de vulnerabilidad, el actual Gobierno local también cambia el tipo de atención: de enfocarse en una persona a contar con un equipo con varios perfiles que ofrecerá atención integral.

El Concello prevé que esta nueva configuración reduzca la lista de espera, que ya ha bajado en gran medida por la puesta en marcha del servicio de atención inmediata. El alcalde, Xulio Ferreiro, avanzó que el 63% de los solicitantes resuelven su principal problema en este tipo de consulta y que, debido a esto, la cita previa tuvo una espera media de 24 días en 2017, reduciéndose desde 2015 en 47 jornadas.

Cameán, que presentó la reformulación del servicio a representantes de entidades sociales en la mañana de ayer, destacó el aumento de beneficiarios en diversos programas municipales debido, dijo, al incremento de inversión por parte del Concello. Según la edil, el gasto social por ciudadano en A Coruña ascendió en 2017 a 105,94 euros siendo de los más inversores de Galicia, muy por encima, comparó, de los 64,83 de Vigo. Con este esfuerzo inversor, detalló, subieron un 57% los beneficiarios de becas comedor o un 23% las ayudas a emergencia social. Y enumeró las 293 familias que ingresaron la renta social o las más de 3.000 atendidas en el centro Abeiro, así como las 197 ayudas ante la posible pérdida de vivienda o los 21 usos de pisos sociales.