- Primeros días de trabajo como directora del teatro Colón, le entregan el edificio y, ¿qué va a hacer con él?

-Te entregan esto y, en primer lugar, estás súper agradecida por la confianza que ponen en tus manos, porque se trata de un icono de esta ciudad, de un edificio emblemático, que en su trayectoria ha hecho historia y que espero que se convierta en un referente cultural. Y una ilusión tremenda también por empezar a trabajar. Tener un teatro de estas características es el sueño de cualquier persona que se dedique a la gestión cultural.

- ¿Hay plazos de apertura?

-No hay una fecha fija. Aprovecharemos estos meses de verano para hacernos con el edificio. La idea es empezar en el último trimestre del año. Si tenemos que abrir un poquito más tarde para hacerlo en condiciones, pues lo haremos más tarde. Nos gustaría abrir a principios de octubre con una programación que ya deje entrever cuáles van a ser la líneas estratégicas del teatro.

- ¿Cuáles son esas líneas?

-El teatro Colón ahora está en el marco del IMCE, que gestiona varias infraestructuras culturales, evidentemente, tenemos que respetar lo que se está haciendo en ellas y adaptarnos a las necesidades que quedan pendientes, siendo conscientes del aforo que tenemos, complementando lo que se está haciendo ya e, incluso, puede ser un buen momento para replantearse el funcionamiento de los demás edificios. Planteamos líneas estratégicas que vienen recogidas en el convenio entre el Concello y la Diputación, como la música y el teatro. En el Colón programaremos aquellas propuestas de teatro que no tengan cabida en el ciclo estable del Rosalía, por dimensiones, por ser demasiado contemporáneas... Un edificio que es del siglo XXI, en cuanto a equipamiento, es la excusa perfecta para programar acorde a ello. En el caso del teatro serán propuestas que no encajen dentro del ciclo por lo que sea, incluso por ser demasiado comerciales, porque yo creo que, en la programación, hay que buscar el equilibrio sano entre apuestas, compromiso con la cultura gallega, la vanguardia y los temas comerciales porque, al final, este teatro es de los ciudadanos.

- Y tendrán que facturar.

-Sí, habrá que facturar también. Vamos a apostar más por la música que por el teatro en el Colón, también por propuestas que no se estén cubriendo ahora y por el cine. Todavía estamos trabajando en la manera de hacerlo. El teatro tiene que ser un espacio vivo, no solo que albergue un espectáculo tras otro, sino que busque la participación y sorprender. Hay fórmulas, como la colaboración entre entidades que nos dan la posibilidad de apostar por estas ideas. Creo que es muy importante involucrar a todos los agentes culturales de la ciudad en este nacimiento, no solo para que nos manden propuestas sino también para que nos digan con qué nos quieren sorprender.

- Pero el convenio establece medio millón de euros para un año, ¿es posible hacer tantas cosas con ese dinero?

-Sí, son 500.000 euros para todo, no solo para programación, pero estamos en los tiempos en los que estamos y tenemos que ser muy responsables con el dinero público. El reto es poder hacer más con menos y eso es algo que requiere de creatividad, ingenio y colaboración y, a mí, me encanta.

- Con su nombramiento hubo discrepancias, ¿cómo se las tomó?

-Yo estoy aquí para desempeñar mi papel con la máxima profesionalidad e ilusión. Las discrepancias no son plato de buen gusto para nadie, ni empezar así. Yo lo que quiero hacer es llevar a este barco a buen puerto y convencer a la gente de que esta gestión ha valido la pena.

- ¿No llega tarde el Colón para programar este año? ¿Será una programación para salir del paso en 2018 y se centrará más en 2019?

-Programar con tiempo siempre es mucho más agradecido. Estamos empezando a diseñar ya programaciones que tengan continuidad en 2019 y 2020.

- Hubo otra polémica en la cesión de este teatro al Concello, que fue la de la subrogación de los trabajadores, ¿seguirán en esta nueva etapa o habrá personal nuevo?

-Estamos en ello porque no son decisiones que se tomen de la noche para la mañana. A mí me gustaría contar con el personal que siente como suyo el teatro, porque lleva once años trabajando, conoce el edificio, el público, el funcionamiento... Eso es un valor que cuesta mucho. Si pudiese elegir, me gustaría contar con ellos.

- ¿El teatro está bien o necesita reformas?

- Está de lujo.

- Cuando habla de propuestas nuevas en la ciudad, ¿a qué se refiere?

-A veces las cosas son más sencillas de lo que parecen, no voy a meter una nave espacial en el Colón, pero yo creo que tenemos que entender que las cosas evolucionan, también la manera de entender los espectáculos. Esto requiere estar a la última y yo quiero que el Colón sea un escaparate de lo que está pasando en el mundo, y que los artistas gallegos tengan también su escaparate. Soy partidaria de hacer producciones propias, me gustaría crear espectáculos inclusivos y llenar huecos que faltan en la ciudad. Si queremos darle un carácter vivo al edificio tiene que tener su propia identidad. Yo quiero que llegue un momento en el que la gente piense: "voy a ir al Colón porque sé que me va a sorprender", aunque esto es un objetivo a medio plazo. Estamos en una época en la que la gente ya no quiere sentarse a ver un espectáculo, quiere vivir experiencias.

- Cuando habla de colaboración, ¿se refiere a colaboración económica o a que vengan los colegios al teatro?

-De todo. Estamos estudiando todas las fórmulas, queremos ser un teatro muy abierto. Esa es una línea que nos tiene que definir, puede ir desde colaboraciones con otras instituciones, como hacemos ya, hasta con el tejido empresarial. Hay que explorar todas las posibilidades y, sobre todo, trabajar con mucho respeto con lo que se está haciendo ya, con las salas privadas y las públicas. Tenemos que ser conscientes de dónde estamos y de qué podemos aportar.