La puesta en marcha de la licitación de este contrato desbloquea además el pago de la factura presentada por Cespa, el actual concesionario del servicio, por la recogida de la basura del pasado mes de diciembre, que tiene un importe de 848.000 euros. Al haber caducado el contrato que la empresa mantenía hasta enero de 2017 y verse obligada a seguir prestándolo de forma prorrogada, Cespa emite facturas mensuales para cuyo abono existía consignación en el presupuesto del año pasado, aunque la partida se había agotado cuando la empresa presentó su requerimiento de pago.

Eso hizo necesario hacerle frente con el presupuesto de 2018, para lo que era necesario que el pleno levantase el reparo presentado por el interventor. En la sesión celebrada por la Corporación el pasado mes de mayo, los socialistas se negaron a respaldar la modificación del presupuesto de este año presentada por el Gobierno local que incluía fondos para pagar esa factura, y lo justificaron por el retraso en la licitación del nuevo contrato de la recogida de residuos. Al aprobarse en la Junta de Gobierno la puesta en marcha de ese proceso, el PSOE anunció la semana pasada que dará el visto bueno al pago de esa deuda.

El bloqueo de esa factura tenía también otras consecuencias negativas para el Concello, ya que incrementó en abril de forma notable el periodo medio de pago a los proveedores por encima de los treinta días fijados como norma por la legislación al situarlo en 42,92 y rompió una racha de seis meses de cumplimiento.

El abono de la cantidad adeudada a Cespa reducirá así el periodo de pago y tendrá a su vez otra consecuencia, ya que permitirá al Gobierno local invertir el superávit de 18 millones obtenido el año pasado y cuyo uso quedaría bloqueado por el impago de la factura de la basura.