La Junta de Gobierno Local del Ayuntamiento de Vigo adjudicó ayer de manera definitiva la parcela del antiguo hotel Samil a Hotels Attica21, propiedad del grupo Inveravante, del empresario coruñés Manuel Jove. En el terreno se realizará la completa transformación del recinto en un complejo de cuatro estrellas superior con 125 habitaciones, piscina y un spa con un presupuesto de 20,8 millones. También contará con 102 plazas de aparcamiento en una zona donde es complicado estacionar.

El Gobierno local dio verde a la venta del solar al único licitador que se presentó a la subasta y que incrementó el precio de la puja hasta los 2.626.000 euros. El alcalde vigués, Abel Caballero, se mostró satisfecho por el futuro que se abre para el recinto actualmente abandonado. "Nos agrada que la empresa tenga un buen conocimiento del sector y haya presentado un proyecto muy bueno", subrayó, haciendo especial hincapié en el esfuerzo realizado por los arquitectos del grupo Inveravante para mimetizar el nuevo establecimiento con la arboleda próxima a la playa de Samil.

La parte más delicada de la operación será el derribo de la actual estructura, al que se destinarán 420.900 euros y que no debería demorarse más de tres meses en total. El objetivo es completar la reconstrucción en un plazo de poco menos de dos años. Fuentes próximas al proyecto subrayan su voluntad de avanzar "de la manera más ágil posible", pero evitan fijar un calendario hasta que se cuente con toda la tramitación hecha y dispongan de los permisos de obra.

La previsión de la empresa es generar, tras la apertura del nuevo hotel, 60 empleos directos y hasta 180 indirectos. Durante la fase de obras, para cumplir los plazos, se ven necesarios a contratar a 180 operarios para la demolición y la construcción.

No es la única propiedad en la que se ha interesado Jove en la ciudad olívica. En los últimos tiempos, el empresario, fundador de Fadesa, ha adquirido media decena de grandes parcelas y edificios emblemáticos. Entre ellos, el edificio Ribas, una de las joyas del racionalismo arquitectónico vigués, o una parcela en la calle Marqués de Valladares, en la que aparecieron hace dos décadas restos de una antigua factoría de salazón romana. Otro de los espacios más emblemáticos comprados por Inveravante es La Artística, la antigua fábrica metalgráfica situada entre las calles Coruña y Ramón Soller.