El Concello licita las obras de reforma de la balconada, fachada y cubierta de la parte de las Casas de Paredes de propiedad municipal, ubicada en el número 18 de la avenida de la Marina. Un edificio que, por la falta de mantenimiento y el paso del tiempo, se encuentra plagado de humedades, filtraciones y suciedad. La actuación, que se desarrollará en doce meses, tiene un presupuesto de 157.796 euros.

El inmueble está en estado de deterioro. Entre las deficiencias detectadas en un estudio solicitado por el Ayuntamiento destacan las filtraciones, el mal estado de revestimientos, la suciedad de la fachada y el deterioro generalizado de la barandilla de forja del balcón. Con la realización de este proyecto se pretende limpiar la parte exterior del edificio, acondicionar el pasamanos del balcón y reparar la cubierta.

La última reforma de la Casa Paredes data de 1983, cuando el Ministerio de Cultura era el titular del edificio. Entonces solo se renovó la fachada. Dos años más tarde, ya con el Concello como propietario y ante la apertura de unas oficinas en el inmueble, se realizaron actuaciones en su interior, donde se excavó el suelo para conseguir un semisótano y se instaló un ascensor. Ahora serán el balcón, la fachada y la cubierta los elementos a reformar.

La piedra de la parte exterior está cubierta de moho y suciedad, por lo que se procederá a su limpieza. Además, hay oquedades en el muro que permiten la entrada de agua al interior del edificio. Las cornisas y los frontones de las ventanas se muestran incompletos, afectados por los desprendimientos y el desgaste, una situación que incrementa la inseguridad de los viandantes.

En la cubierta, los ganchos que sujetan el material están levantados, hay vegetación entre las tejas y existen zonas donde la capa superficial que protege el material impermeabilizante se encuentra erosionada. Se procederá, por tanto, a la sustitución de los materiales.

La barandilla del balcón también será renovada. El pasamanos de madera se encuentra en un estado de podredumbre avanzado y la barandilla, de forja, está completamente oxidada. En el interior del edificio, con humedades por las goteras, se prevé arreglar el falso techo. No será el único edificio en reformas en la avenida de la Marina. El número 14, tras el callejón de la Estacada, se encuentra en obras por un proyecto de hostelería que se extenderá por varias plantas del edificio.