Pablo Evia trabaja en el Pazo de Vilaboa, en Culleredo, y se traslada a diario, y a veces los fines de semana, en su coche privado. "Yo ya vivía en A Coruña antes de que mi trabajo, por motivos operativos, se desplazara a ese municipio", aclara, por lo que en ningún momento se planteó mudarse, aunque considera que el municipio vecino sería un "buen sitio para vivir".

"No me resulta ningún problema ir hasta allí todos los días, porque está cerca, a una distancia muy razonable de A Coruña", explica Evia, que añade que ha vivido toda su vida en la ciudad por lo que sus amistades y planes de ocio o aficiones ya las plantea dentro del municipio. "Intentaré vivir aquí todo lo que mi trabajo me lo permita", concluye.

La elección del transporte privado para moverse hacia Culleredo se debe, afirma, a que, en su horario laboral, tiene que desplazarse y no siempre en momentos que pueda prever. "Elijo moverme en coche porque es lo que a día de hoy me queda más cómodo. Tengo aparcamiento tanto cerca de casa como en el trabajo, así que lo prefiero", comenta Evia, que también tendría, apostilla, la opción de moverse en transporte público.

Desde su domicilio, en el entorno de As Atochas, y Vilaboa, donde está el pazo, podría utilizar el autobús que parte del hospital Abente y Lago y llega al aeropuerto de Alvedro. "Si tuviera una jornada de oficina entera, cogería el bus que va a Alvedro, que sería para mí perfecto", subraya.