Empezó su carrera en el manga, pero su trabajo más reciente ha sido trasladar a viñetas un tomo de la saga Millenium. Esta dibujante granadina ha ido variando el registro, pero sin perder su estilo propio.

- Aunque empieza dibujando manga, sus últimos trabajos se enmarcan en el BD tradicional. ¿En qué estilo se siente más cómoda?

-Aunque aprendí en el manga, he evolucionado hacia algo europeo. Con Millenium no me sentía muy a gusto porque era un estilo nuevo para mi, tuve que adaptarme a lo que había hecho Josep Homs en la primera parte. Lo que busco ahora es algo intermedio, quiero hacer algo con el dinamismo del manga, pero con el tamaño y el color del BD.

- El manga es un género con un público genuinamente fiel. ¿A qué se debe su atractivo?

-Es algo exótico y atrayente. Si te paras a analizarlo, la estética, los colores y los personajes están predispuestos a que un ojo juvenil se fije. En un festival de BD el tono de los libros y las presentaciones es más serio. El manga ha hecho un favor a las nuevas generaciones, porque está cubriendo un cupo a lectores juveniles que antes no existía. Puede que estos chavales sean los futuros lectores de cómic cuando tengan 40 o 50 años.

- Al venir usted de otro registro, ¿se tomó como un reto la adaptación de Millenium ?

-Sí, yo era muy fan de la novela, y cuando me hicieron el encargo lloré de emoción. Por otro lado fue duro, porque fui mi peor enemiga, me exigí tanto que me alejé de lo que yo era, por eso no estoy muy satisfecha con el primer número. Luego me dejé llevar y fui yo misma. Son dos años trabajando, estoy contenta porque ha habido una evolución positiva. He cumplido.

- Ha adaptado al cómic la biografía de Marc Márquez. Para ello tuvo que aprender sobre el mundo del motociclismo.

-Marc y su familia me recibieron en su casa con los brazos abiertos, fuimos a circuitos, me facilitaron fotografías, información, etc. Para dibujar algo tengo que entenderlo para hacérselo entender al lector. Conocer la historia de Marc Márquez, la honestidad que había detrás de esa figura, me empujó a esforzarme.

- Comenta que le parece insultante lo que pagan en España a los dibujantes con respecto a Europa. ¿Cree que podrá llegar a vivir del cómic aquí algún día?

-Lo que te ofrecen las editoriales de aquí hace imposible vivir del cómic. La editorial es una empresa, y tiene la mentalidad de invertir lo mínimo y sacarle el máximo rendimiento. Por desgracia, no veo ese cambio cerca. Tendría que haber una masa social que empezase a comprar cómics para que las empresas quisiesen invertir y pagar en consecuencia a los dibujantes.