La operación contra el tráfico de drogas en Monte Alto que llevó a más de un centenar de agentes a hacer una redada en la calle Orillamar la mañana del 21 de junio cuenta ya con treinta detenidos y con una decena de kilos de estupefacientes incautada. Fuentes del 091 explican que, con estos últimos seis arrestos -el primer día se produjeron 24- se da por desmantelada esta red de venta de drogas en Monte Alto. Como resultado de los registros realizados de manera simultánea en una veintena de viviendas del barrio, los agentes se incautaron de siete kilos de hachís aproximadamente, un kilo y medio de cocaína, un kilo de heroína, abundantes papelinas ya preparadas para su venta y 50.000 euros en efectivo, también se incautaron de una escopeta de cañones recortados, de dos escopetas con las características de fabricación modificadas, seis pistolas, un revólver, una escopeta de aire comprimido y una pistola detonadora, un chaleco antibalas y numerosa munición.

Esta primera fase de la operación se saldó con la detención de 24 personas, catorce hombres y diez mujeres, según explican fuentes de la Policía Nacional.

La investigación de esta red de tráfico de estupefacientes, que empezó a finales de 2017 tras las quejas vecinales, continuó tras la redada, por lo que los agentes detuvieron a seis hombres más en los días posteriores a la operación. A uno de ellos, tal y como avanzó este diario, lo arrestaron el 4 de julio en Ferrol cuando transportaba un kilo de cocaína en su coche. A pesar de que la Policía Nacional da por desmantelada la red, asegura que la investigación continúa abierta.

Los cabecillas de la organización eran, según explican fuentes del 091, "una pareja que ejercía un fuerte control sobre las actividades de sus subordinados" y que usaba "sofisticados medios electrónicos e informáticos para facilitar sus actividades ilícitas".

"Los responsables de la organización consideraban su obligación defender lo que ellos creían que era su territorio, y para ello no dudaban en utilizar la violencia y la intimidación, tanto intragrupal como con respecto a aquellas personas que ellos consideraban que podían estar inmiscuyéndose en sus ilícitos negocios", según describe la Policía Nacional.

A los investigados se les atribuyen diversos delitos: tráfico de drogas, pertenencia a organización criminal y, a algunos de ellos, tenencia ilícita de armas.

Al menos cinco de los detenidos durante la redada del 21 de junio -en la que participó hasta un helicóptero de la Policía Nacional y agentes con perros de rastreo- fueron puestos en libertad sin pasar a disposición judicial, es decir, tras pasar por Lonzas, sin tener que declarar ante el juez.