Las bodas civiles son para el verano. O así lo parece en A Coruña, donde las parejas parecen no querer tener un enlace pasado por agua o con algo de fresco y eligen el período estival para dar el sí, quiero. Así lo confirman las fechas que registran los dos organismos que ofician matrimonios, al margen de los religiosos, en la ciudad: el Registro Civil de la plaza de Vigo y el palacio municipal de María Pita. Pero no son las únicas opciones: los notarios recuerdan que desde hace meses sus despachos también pueden registrar este tipo de contratos y advierten de que tienen mucha más disponibilidad que las otras dos alternativas en la ciudad.

En el Registro Civil la fecha más cercana para una boda, si un ciudadano se acerca en estos días a solicitarlo, es principios de octubre. Los viernes es la jornada en la que los juzgados realizan este procedimiento, aunque, debido a la alta demanda de peticiones, se amplió desde el mes de junio a los martes. El día 12 fue el primero en que se habilitó el refuerzo y, aunque fue una medida tomada para evitar retrasos, no se llenaron todas las fechas. En los viernes del período estival se casan habitualmente 13 parejas pero ningún día de refuerzo consiguió tal cantidad de enlaces, quedándose en cuatro o cinco. Y es que, si el frío y la lluvia no parecen ser apetecibles puede que los martes tampoco llamen la atención de los novios coruñeses.

En el Concello, las bodas parecen no dejar de esta de moda. El adornado salón de plenos y los resguardados soportales parecen convencer a muchos ciudadanos para contraer matrimonio en el palacio municipal. Fueron 208 los enlaces celebrados durante 2017, quedando vacantes 145 huecos. En este ejercicio, hasta ahora, son 110 las parejas casadas, siguiendo la tónica del anterior, y hay 82 ya programadas para lo que resta de año, principalmente en verano. Además de lo elegante del entorno, los ciudadanos que eligen María Pita como ubicación para su enlace tienen mayor capacidad para elegir momento. Frente a solo el viernes en el Registro Civil, el ayuntamiento ofrece también el viernes -entre las seis y las siete y media de la tarde- y el sábado por la mañana -entre las once y media de la mañana y la una de la tarde-. Eso sí, los concejales solo casan a ocho parejas frente a las trece de los jueces, sin contar con que los martes también están celebrándose bodas.

Pero, frente a la iglesia y a estas dos opciones civiles, aún queda otra, todavía muy desconocida: los notarios. El secretario del colegio profesional de la provincia de A Coruña, Juan Cora, reconoce que esta alternativa está "dando los primeros pasos" y que aún queda la "inercia" de hacerlo en el Registro Civil ya que, aunque la boda de por sí se realiza en el despacho del notario, el papeleo se hace en sede judicial. "Para nosotros es una escritura más, aunque es un poco distinto, más agradable que otras", explica Cora, que admite que es más positivo que tramitar la documentación de fallecimientos o hipotecas. En los pocos enlaces que ha oficiado, añade, le llama la atención, que frente a otros trámites, la sala se llena de gente: "Aunque basta con dos testigos, además de los novios, a veces vienen con más familiares". Pese a que la legislación que permite a los notarios oficiar enlaces matrimoniales data de hace dos años, el secretario del Colegio recuerda que aún no se ha regulado el coste de este procedimiento. Por ahora, apunta, se cobra una cuantía mínima, de cien euros. Aunque cree que "poco a poco" serán más los coruñeses que se animen a casarse ante un profesional como él, considera que aún queda tiempo para que haya información suficiente. "Muchos están equivocados. Piden cita pero no pasan antes por el juzgado", comenta divertido.