Tirso Cons nació en Pontevedra y publica en el mercado francés títulos como La casa de los susurros.

- Trabaja para el mercado francés. ¿Cuidan allí mejor a los dibujantes?

-Los cuidan mejor económicamente. Aquí no se trata mal a los autores, la cuestión está en que las condiciones económicas son las que son.

- ¿Por qué no existe aquí esa cultura lectora de cómic?

-Ese es el principal problema. Hay que apostar por generar esa cultura desde varios frentes: el fomento de la lectura, de la difusión, aportar ayudas como se le dan a otras cosas. Hay que crear ese hábito de esfuerzo por la absorción de conocimientos y de implicarse en un medio. Hay que reforzar ese esfuerzo intelectual, esa parte activa propia. Eso generará demanda y mercado.

- Estudió publicidad y Relaciones Públicas. ¿Pensó que acabaría dedicándose profesionalmente a esto?

-No, para nada. Yo me veía de director de arte en una agencia. Siempre disfruté como lector y al reencontrarme con ello traté de ver si profesionalmente era capaz de hacerlo. El cómic es un medio que me produce ganas de contar historias a través de él.

- Su obra toca diferentes géneros, como el terror, la ciencia ficción y el western . ¿En cuál se siente más cómodo?

-En realidad, me siento cómodo en los géneros. Son una herramienta que refuerza los clichés, y una vez estos te predisponen ante lo que te vas a encontrar, es fácil jugar con ellos, cambiarlos y disfrutar del género. Son un punto de partida, una conexión visual a la que es fácil que el lector acceda.

- En el cómic de terror. ¿Cómo se las arregla para transmitir miedo a través de viñetas?

-Tienes la virtud de lo gráfico, pero el problema de que puedes anticipar lo que va a ocurrir. Entender el terror como las sensaciones que te traslada una historia no tiene que ver con el efecto susto de una película. Hacer sentir miedo a través de esa incomodidad en la lectura de un cómic es una tarea difícil, pero enriquecedora, porque si logras entrar es más fácil que te absorba

-Trabaja siempre con el mismo colorista. ¿Cómo influye esto en la obra?

-Es una cuestión de confianza, para delegar tiene que haber mucha. Siempre trato de valorar el trabajo del colorista y su importancia en el resultado final de la obra.