Las obras en las antiguas naves de la Comandancia, en la avenida del Metrosidero, avanzan semana tras semana. Con la zona clausurada con vallas tras la expulsión de los miembros del Centro Social Okupado A Insumisa, a simple vista apenas se observan los trabajos pero en los techos de los edificios se han retirado las uralitas para realizar un nuevo cierre, dejando solo el esqueleto de las naves.

El Ministerio de Fomento tiene un plazo de 16 meses, desde el pasado junio, para realizar este proyecto, que cuenta con un millón de euros de presupuesto y afectará a tres naves, pero la duda surge sobre el resto del terreno. Decenas de metros, varias naves abandonadas y un edificio que data de los años 40 son ya parte del patrimonio municipal pero el Concello no ha avanzado ni qué uso les dará ni cuándo los acondicionará para el disfrute ciudadano.

Durante la negociación y desalojo de los okupas, el Gobierno local se había centrado en el destino final de los tres edificios actualmente en obras. A falta de concretar el modo de gestión, el Concello tiene claro que será un recinto de uso juvenil para el que se propone que sean los propios usuarios los que velen por su cuidado y por la organización de las actividades que allí se dispongan. El proyecto denominado Naves do Metrosidero aún está por finalizar y aún por comenzar está el del resto del ámbito.

La Asociación de Vecinos de la Ciudad Vieja propone crear en la zona pendiente de proyecto instalaciones deportivas. Una "demanda histórica" del barrio, apunta su presidente, Pedro Roque, que supliría la ausencia de recintos municipales de este tipo. La Hípica y la Solana dan servicio a la zona, pero ambos son privados, por lo que un servicio público de este tipo completaría los equipamientos para los vecinos del casco histórico. El dirigente vecinal apunta que, al estar en el mismo recinto que las naves ya en obras, ambas zonas deberían estar "conectadas". "Se crea un espacio nuevo así que tendrían que tener que ver, que haya un sentido completo", reclama Roque. Sobre el uso de las estructuras en las que los operarios ya están trabajando, los vecinos de la Ciudad Vieja se muestran de acuerdo en que se destinen a los jóvenes. Piden que no se hagan "focos aislados" con los usos del terreno aunque no urgen la plasmación de proyecto. "Todo tiene sus tiempos", reconoce el presidente de la entidad vecinal de la Ciudad Vieja, que prefiere que primero acaben las obras actuales para después comenzar a pensar en el resto del solar. Para ello, se ofrecen a aportar ideas, incluyendo la de la instalación deportiva, y poder ver si esta u otras son "factibles".

Lo que consideran primordial es la rehabilitación del edificio ubicado en el borde de la parcela hacia el paseo marítimo. Una construcción que fue residencia de oficiales y suboficiales solteros del Cuartel de Sanidad de la Octava Región Militar y que se encuentra en muy mal estado. Desde la Ciudad Vieja consideran positivo que su reforma se plantee de forma separada y consideran que podría tener un uso "polivalente" dependiendo de las necesidades del resto de usos de la parcela.

La ocupación de la parte más cercana a la avenida del Metrosidero centró en esa zona el debate sobre su futuro uso, pero, del resto, nada se sabe. Sí que lo tenía claro, por lo menos de inicio, el anterior Gobierno local, de Carlos Negreira, que anunció en 2014 que conformaría en la zona un centro destinado al diseño y la creación y que se llamaría Cidea. Una idea para la que, desde aquel momento, anunciaron varias veces su licitación pero que quedó únicamente en la convocatoria de un concurso de ideas. Se presentaron 25 propuestas y se preveían centros de diseño, grabados y audiovisual, salas de ensayo y estudios para alquiler de radio y televisión. También una biblioteca, un archivo y otros servicios complementarios.

Desde la llegada de Marea al Ejecutivo municipal, en mayo de 2015, esta idea fue descartada y, de inicio, los esfuerzos de la Concejalía de Rexeneración Urbana y del propio alcalde se concentraron en poder tener por escrito la cesión de los terrenos del Ministerio de Defensa. Fue en enero de este año cuando llegó la firma entre el regidor y el director del Instituto de Vivienda, Infraestructura y Equipamiento de la Defensa (Invied) en un lote que incluía, no solo estos terrenos y naves de Comandancia, sino un total de 90.000 metros cuadrados de suelo, entre ellos, los solares en los que se asienta el hospital Abente y Lago, los viales y jardines del Rectorado y la Fundación Luis Seoane.

Con la negociación aún pendiente para saber si Defensa también acabará cediendo de manera gratuita al Concello los tres solares que, también ubicados en la zona, pretendía subastar para que acabasen en manos privadas, el Ayuntamiento debe dilucidar a qué usos destina los terrenos que quedarán en la parte posterior de lo que será las Naves do Metrosidero, que estarán casi listas para las elecciones.