La que fuera primera y hasta ahora única directora de la Biblioteca de Estudios Locales, Victoria Villanueva, se ha retirado. Piensa ser una "jubilada activa" y seguir aconsejando visitar un servicio municipal del que, dice, los vecinos deberían sentirse "orgullosos".

- ¿Cómo llegó a ocupar la dirección de la biblioteca?

-Mi formación es de Letras, hice la licenciatura en Historia y una especialización en Biblioteconomía. En principio, me dediqué a la enseñanza pero realmente mi vocación de siempre estaba en las bibliotecas y en cuanto pude me presenté a la oposiciones del Ayuntamiento. En ese momento, a finales de los 80, solo había un archivo-biblioteca y querían darle un cambio total. Nos contrataron a un grupo de gente, a través de unas pruebas, para que diéramos un cambio.

- ¿Comenzó entonces usted un nuevo proyecto?

-Ahí se sentaron las bases de lo que actualmente es la red de bibliotecas municipales. Se cerró la antigua biblioteca municipal y se empezó a preparar todo para un nuevo proyecto, que fue la creación de bibliotecas de proximidad, de barrio, y dos especializadas: una en infantil y juvenil y otra en estudios locales, las dos de Durán Loriga. En el año 1991 se crearon esas tres, que son la base de la actual red. La primera de proximidad estaba en la Sagrada Familia y ahora ya hay ocho. Desde el primer momento se me puso en la de estudios locales. Y ahí empecé y estuve siempre, los treinta años.

- ¿Cree que, como se comenta a veces, se trata de una red de especial relevancia?

-Yo creo que sí, la red de bibliotecas municipales está muy reconocida a nivel nacional. No hay muchas sí, como la nuestra, y mucho menos una especializada en temas locales, que reúna y conserve el patrimonio bibliográfico de la ciudad y la memoria histórica. Solo para eso, es muy raro. Cuando empezamos no teníamos referentes donde mirar y tomar ejemplo. Fue algo que tuvimos que ir elaborando nosotros mismos, en función de lo que creíamos que tenía que ser.

- Entiendo que sería una época de mucha ilusión.

-Lo que caracteriza a todos los trabajadores de biblioteca es el entusiasmo, que siempre le hemos puesto a desarrollar proyectos, a cambios, a incorporar nuevas tendencias... Es la seña de identidad de nuestro personal.

- Los cambios en treinta años habrán sido muchos.

-Cuando yo empecé, comenzamos poniendo en unas estanterías lo que había de fondo gallego, porque la biblioteca está especializada en temas locales y generales de Galicia. Eran cuatro baldas y hoy tiene 65.000 ejemplares. Se ha hecho mucho y se ha pasado un largo camino. Hemos reunidos colecciones y hemos estado muy atentas a los eventos, al mercado del libro viejo para ir completando la colección. Y también fue ayudada por cantidad de donaciones de familias coqueases y particulares.

-¿Cómo lograron que los coruñeses dieran sus fondos?

-Poco a poco nos iban conociendo, con el boca a boca, y fueron ofreciendo sus colecciones particulares a la biblioteca. Están las colecciones de Linares Rivas, María Barbeito, el musicólogo Ramiro Cartelle, Ángel Padín, Carlos Díaz, González Catoira y la última, la de la familia González Mariñas. Y también de muchísimos particulares.

- ¿Cómo cambió en tres décadas la gestión de la biblioteca?

-En el primer momento funcionamos como se podía, empezamos con los catálogos manuales, de cajetines, hasta llegar a hoy que, con nuevas tecnologías, con la informatización, nos permitió compartir trabajos entre bibliotecarios y la digitalización. En treinta años el cambio ha sido monstruoso. Un cambio total.

- ¿Y ahora mismo el catálogo está digitalizado?

-Sí, en cuanto se pudo, se comenzó el proceso de digitalización. Por un lado, nosotros mismos fuimos escaneando página a página lo que creíamos que tenía más interés tenerlo digitalizado en el catálogo, o que, por razones de conservaciones, convenía consultarlo digitalizado, no los originales. Pero luego nos hemos metido en catálogos a nivel nacional e internacional, incluso.

- ¿Cuál es el perfil del usuario que acude a esta biblioteca?

-Es muy variado, aunque parezca que es una biblioteca solo para investigadores no lo es. Ellos conocen perfectamente la biblioteca pero es utilizada también con lugar de encuentro, de intercambio. Entre nuestros usuarios hay muchos profesores, alumnos, gente con curiosidades, gente enamorada de la ciudad y que le encanta venir y ver las muestras bibliográficas que hacemos... Es una biblioteca con una riqueza extraordinaria de la que los coruñeses se tienen que sentir muy orgullosos.

- ¿Cómo cambió en tres décadas la gestión de la biblioteca municipal?

-El conocimiento existe, aunque todavía tendría que haber más. Estamos en la web, hacemos muestras bibliográficas, hacemos muchas actividades... Tratamos de hacer bastante difusión.

- ¿Animaría a aquellos coruñeses que nunca han ido a la biblioteca a que lo hagan?

-Aprovecho siempre que puedo para animar a todo el mundo a que vaya, porque la gente se queda sorprendida, se imagina solo libros y cuando ve esas cosas tan interesantes que les recuerdan a tiempos pasados se queda entusiasmada.