Reducir, reusar y reciclar. Estos son los principios de la economía circular, un sistema de aprovechamiento cuyo objetivo es minimizar la producción y apostar por la reutilización de materiales. Los polígonos de A Grela, Pocomaco y Sabón están desarrollando un proyecto, con la colaboración de la Xunta, basado en la simbiosis industrial para que las empresas aprovechen los residuos de otras.

El programa nació en Reino Unido en 2003 y una década después permitió desviar 17 millones de toneladas de residuos industriales de vertederos y evitar la extracción de 60 millones de toneladas de recursos naturales. El modelo ha sido exportado a más de 20 países y está a punto de dejar su huella en los polígonos coruñeses.

"Nos parece una idea interesante", manifiesta la gerente del polígono de A Grela, Teresa Firvida, quien entiende que este tipo de iniciativas "permiten avanzar" a las empresas en busca de una industria más sostenible. En los tres polígonos de la ciudad hay 47 empresas, de las que la mayoría se dedica a la industria manufacturera (82,98%). La construcción ocupa el 14,89% mientras que el 2,13% pertenece al transporte y al almacenamiento.

Los residuos de unas podrían pasar a ser el motor de otras. Según los estudios realizados por la Consellería de Medio Ambiente de la Xunta, los residuos textiles, por ejemplo, servirían para los productos con composite de fibra de vidrio y poliéster en otra firma de plásticos mientras que los desechos orgánicos de una comercializadora de productos marinos serían aprovechados por una empresa de piensos para la producción de alimentos para el consumo de animales de granja. La central térmica de Sabón, además, podría transferir calor para avanzar determinados procesos en las instalaciones de un grupo lácteo.

Son solo algunos ejemplos que este proyecto, en el que se han detectado 118 potenciales sinergias, prevé llevar a cabo. La biomasa y los plásticos son los recursos más compatibles. "Ahora es momento de ver cuáles son las posibilidades reales de los residuos. Quizá en septiembre esté todo más avanzado", revela Firvida.

Este tipo de iniciativas, además de promover la competitividad de la industria regional, fomenta la sostenibilidad de las empresas pues el aprovechamiento de residuos permite que se reduzca la extracción de recursos naturales y la presión sobre el ambiente de la gestión de los mismos, como la que producen incineradores o vertederos. "En los polígonos de la ciudad hay sinergias interesantes y nos parece un buen proyecto, aunque todavía hay que analizar muchos datos", apunta la gerente del polígono de Sabón, Marta Marzoa, quien desvela que "ya hay empresas que, por iniciativa propia, han empezado a utilizar residuos de otras".