El Club de Leones La Coruña Decano, presidido por José Luis Masián, lleva 50 años dedicándose a la gente y es el más antiguo de la ciudad. Bajo el lema Nosotros servimos, los cuarenta socios que forman el club prestan especial atención al tema de la visión, por lo que gestionan la entrega de perros guía y cada año envían más 80.000 ejemplares de gafas graduadas a países con pocos recursos.

- ¿Por qué decidió asumir el cargo de presidente del Club de Leones La Coruña Decano?

-Ingresé en el club hace cuarenta años y he colaborado en muchos proyectos. Conozco muy bien el funcionamiento de la asociación y por mi experiencia, un grupo de compañeros me pidió que me hiciera cargo del club durante este año. Yo concibo el cargo de presidente como un acto de servicio, no por presumir. Así puedo servir más directamente y encaminar acciones para servir y ayudar a los demás, que es el propósito del club. No somos una ONG especializada en atender a niños o ancianos, sino que atendemos las necesidades de cualquier persona.

- ¿Qué acciones del club destacaría de los últimos años?

-Hace poco nos pidió el Ayuntamiento de Culleredo ayuda para un niño que está impedido y pusimos nuestros servicios a su disposición para facilitar su vida. Solemos comprar comida para las familias que no tienen recursos y hay que cubrir sus necesidades básicas. Hemos ayudado y destinado mucho dinero y esfuerzo a la Cocina Económica. Cuando se produjo el tsunami de Tailandia, nos encargamos de construir doce viviendas para las familias que habían perdido su hogar. También limpiamos la playa de Lira de chapapote cuando ocurrió la crisis del Prestige. Nuestra organización es un poco distinta a las demás, somos voluntarios que todo lo que damos lo pagamos de nuestro bolsillo con las cuotas mensuales de los socios.

- ¿Qué proyectos tiene previstos para estos meses?

-Los proyectos que tenemos en mente para este años están fundamentados en acciones sobre la visión, el hambre, la juventud y el medio ambiente. Ahora mismo estamos recogiendo gafas para las personas de países pobres que no tienen posibilidades de acceder a ellas. La ceguera es evitable en un 80% y cada año mandamos entre 80.000 y 90.000 gafas graduadas porque queremos contribuir a frenarla. Estamos trabajando en el proyecto Mi Casita [del Hogar de Sor Eusebia], que consiste en la construcción de veinte habitaciones para los indigentes que duermen en la calle, para que tengan un hogar. Queremos ayudarles y vamos a pagar la construcción de la casa y el amueblamiento de las veinte habitaciones. Está prevista la inauguración de un monumento a Isabel Zendal, que es la primera enfermera internacional de A Coruña, que fue la que acompañó a Balmis en la expedición para llevar la vacuna contra la viruela a 22 niños en las posesiones españolas en ultramar a final del siglo XVIII. Y trabajaremos en las peticiones que nos haga la gente de aquí a fin de año.

- Hay otros tres clubes de Leones en la ciudad además del Decano, ¿colaboran en actos conjuntos?

-El primer club de Leones que se fundó en La Coruña fue el nuestro y de ese surgieron los demás. Una partida de socios decidió crear el Club de Leones Marineda y de ese club surgió el Teresa Herrera. De la escisión de este último, se creó el de la Torre de Hércules. Todos los clubes colaboramos y hemos hecho proyectos conjuntos. Hicimos una convención en la ciudad, de la Federación de Club de Leones de España, y lo organizamos los cuatro clubes. En la ronda de Nelle, hay una plaza dedicada al donante de órganos que lo sufragamos entre los cuatro, y también entregamos premios o menciones especiales a gente que nos ha ayudado, de manera conjunta.